
La crónica de la sesión de anoche:
Chirigota Las divinas de la muerte
Puntuación: ****
San Benigno: «Olé Canijo», gritan desde el Gallinero. Hay muchas ganas de escucharlos y, sobre todo, de hacerlo mejor que en su primer pase. Nada más empezar introducen variaciones en la presentación. Saben concursar y está claro que vienen a batirse el cobre con los mejores. En el primer pasodoble, cuentan que les encargaron un servicio internacional. El fallecido se enterró en la remota tierra donde se ganó un Mundial. Ese abuelo va derecho para el cielo. Los que mandan en el mundo se colaron por allí. Mucho perro con vela en el entierro sólo por el pedigrí. Qué hacía allí Obama dándonos una lección cuando no tiene perdón por tantos niños iraquíes. Y el de nuestro país, tan solidario, aunque luego aquí ponga cuchillas en las vallas de Melilla. Tanta hipocresía, tanta cantinela, que cuando el agua caía no saben si es que llovía o era el llanto de Mandela. Esta letra sí. Esto es lo que queremos. Esto es lo que sabes hacer, Canijo. Siento una cosita rara. En el segundo cuentan su recorrido en la vida, desde la infancia a la adultez, con paradas en las primeras travesuras, esos niños que se meten en la cama, la sensación de que te llamen de usted, revolcarse con sus nietos. Al que no haya sentido esas cosas les da pena de llevarlos, eso es que no han vivido. Otra, catapúm. Ahora me siento peor todavía. Vamos a continuar, a ver si me recupero. Los cuplés para el libro de Belén Esteban y para la infanta Cristina. No me enmiendo, no. Esto pinta mal. El popurrí también con algunas variaciones. Y ellos más graciosos. Se ve que a estos no les puede la presión. Y yo ya me resigno. Estoy fatal. Me han convencido, que me lleven las rubias.
El Maligno: Esta chirigota es un claro ejemplo de que el sistema por el que no se acumulan los puntos desde el Preliminares va en contra de la calidad del Concurso.
Cuarteto Clínica Privada ‘sana, sana culito de rana’
Puntuación: ****
San Benigno: Se abre el telón y ya están todos absolutamente metidos en el tipo. Para eso son los mejores. Juan y Paco se siguen el rollo, para eso están los locos, para apoyarse. Juan viene con el niño desde Madrid, cómo no, cantando villancicos. Y el pobre Paco con un sofocón porque se creía que le habían robado su moto imaginaria. No se enteran de que la clínica atiende urgencias. El director les explica que en cualquier momento puede llegar el rey después de una caída, menos mal que la cadera están todavía en garantía. Anda, pues no era un ejemplo, llega Juan Carlos. Los locos se ponen nerviosos y le piden un autógrafo, pero resulta que el rey no firma. Es verdad, que aquí la que firma es su hija. Es Juan Carlos, el de los condenados, el de los ladrones, el que ahora está siempre con los Carapapas. ¿Aragón?, No, no, Borbón. Para trasladar al rey a la consulta no necesitan silla de ruedas, se bastan con un imán. Revisan su historial y lo primero que pide el director es la placa. Ahí está, con su escudito y la leyenda «al mejor rey de España». Están un poco descontrolados. Mejoran la parodia del primer día. En el primer cuplé cuentan cómo una amiga fue para rellenarse todo el cuerpo con silicona. Ahora caga pelotas antidisturbios. Le ha cambiado la vida, la llaman de comuniones para que los niños salten encima. El segundo cuplé, para lo malo que es el tabaco. Pero conocen a una persona que ha fumado desde chico a todas horas y ganaba hasta carreras. Y al final ha muerto electrocutado con un cigarrito electrónico. En el tema libre el rey sigue en la clínica. Llega la prensa reclamando que salga Juan Carlos I. Sí hombre, sin salir un primero. Y también mejor. Resumen: Mucho mejor. Esta vez sí. Bendita locura. «Claves, claves», grita Selu Piulestán al acabar. El que quiera cogerlo, que lo coja. ¿Mal rollo?
El Maligno: Tan bien hace su papel Carlos Mení que en algún momento da hasta apuro reírse. El juego del teléfono nunca termina.
Coro Los trataratabuelos
Puntuación: ***
San Benigno: Estos monos están de categoría, igualitos que un amigo suyo que se fue al Zoológico de Jerez. La puesta en escena es espectacular. La preciosa falseta introduce el primer tango, también sobre monos, pero de Astilleros, el que lucieron sus padres. Estos monos ya llevaron a los infiernos a muchos gobiernos que como este los apaleó. La segunda copla se la dedican a la doctrina Parot. Un poco más floja que la primera. Cuplés a los retrasos del segundo puente y a la calor que les da el disfraz. Muy divertidos. Un placer verles y escucharles.
El Maligno: Los monos no dominan la poesía, ni la delicadeza. Una cosa es decir verdades, y otra es la cantidad de palabrotas que emplean en los tangos. Por las ramas no se andan, desde luego.
Comparsa Los jaguares
Puntuación: *
San Benigno: De nuevo cantan sus coplas en el Falla los chamanes de esta tribu que quieren liberarnos de nuestros males. En el primer pasodoble le cantan a su hijo para explicarle que corren malos tiempos. Si ve que no le dan el primer beso de la mañana y no van a buscarlo al colegio no es que se les haya olvidado. Es que por fin han encontrado un trabajo, pero en el extranjero. Los malos de este cuento son los mangantes del Gobierno. La segunda letra para su mujer, que ya no le conoce. El tremendo alzheimer una vez más. Los cuplés, más o menos. Un regalo para ellos.
El Maligno: Vaya dos pasodobles lacrimógenos. Dos dramas que perfectamente pueden ser reales, pero ya te dejan con mal cuerpo para seguir escuchando. Hay una voz que destaca y no termina de sonar bien.
Coro Los cuatro reinos
Puntuación: ****
San Benigno: Los cuatro reinos de Nandi Migueles siguen sonando de maravilla. No hay quien pueda con ellos. Ahí llevan razón. Tangos que suenan a tanguillo, qué maravilla. El primero es para esos pocos que en la historia han pedido perdón. No han pedido perdón los nazis. Tampoco los judíos a Palestina. Nunca se arrepintieron los presidentes que inventaron la guerra que hundió a Irak. Zapatero no pidió perdón por ese Gobierno que no sirvió para nada. Y a nuestra corona tampoco, ni a los banqueros, ni el Gobierno por tantos sobres, ni los jefes de un sindicato. Ellos son distintos y piden perdón de antemano por acordarse de esa «panda de hijos de puta». La segunda copla es para contar lo difícil que se les hace cada mañana levantarse de la cama y saber que tú no estás. No sabes cuánto duele no tener esa luz tuya que me alegraba el alma, no sentir tus caricias ni tus susurros. Cuánto echo de menos esos paseos por la playa, tus sonrisas, ese levante y ese poniente. Me tuve que ir con otra amante. No ha sido fácil, pero espero que comprendas que me fui por un trabajo, querida Cádiz. Otra forma, distinta, de cantarle a ese nuevo drama de la emigración. El primer cuplé es para homenajear a Nandi Migueles por su galardón de oro. Por fin le reconocieron su gran trayectoria. Ah no, que al final el felicitado es Cristiano Ronaldo. Un palo, un palooo. El segundo, para los controles de alcoholemia en las carreteras que cada día son más duros. En Carnavales los pillaron y a la máquina le salió en la pantallita la cara de Ortega Cano. El popurrí vuelve a causar una magnífica impresión, a pesar de las discrepancias entre esos cuatro reinos que representan a los más castizos barrios gaditanos. Estos niños lo hacen de categoría, oiga.
El Maligno: El falsihomenaje a Nandi sonaba a gran pegotazo, y aunque al final le den la vuelta y le cantan a Cristiano Ronaldo, las flores que le han caído a Nandi ya están tiradas. Un piropillo nunca viene mal.
Comparsa La tómbola
Puntuación: ***
San Benigno: Unos aficionados de Córdoba intentan colocar una pancarta de apoyo a la comparsa y les obligan a retirarla. Esperemos que la cosa acabe mejor que empieza. Cantan con el buen gusto de siempre. Primer pasodoble a los andaluces, los que nacen al sur del sur. Bastante suerte tienen ya, sin necesidad de tómbola. El segundo, para el Capitán Veneno. Ellos dieron la cara, criticando lo injusto y fueron descalificados. Luchar desde dentro les dejó fuera del Concurso. Se desahogan. Han visto a Chés Guevaras de los veinte duros con muchos más huevos. Cuplés a los robos de los bancos y a Mariano. Bien. Estarán en la lucha este sábado.
El Maligno: El salmorejo deja la voz muy finita. ¿O serán los flamenquines? Ojú como los coja Juancarlo. Ya verás tú.
Comparsa Los chicos del tejado
Puntuación: ***
San Benigno: Pues los deshollinadores no han perdido voz, con la humedad que tiene que hacer en ese tejado. Aquí están de nuevo, para librarnos de malos humos. En el primer pasodoble recuerdan los momentos vividos con su madre. Cómo podía imaginar que ya no volvería más. Se olvidaron de decirle te quiero mamá. Fue una víctima de ETA. Le piden que no llore cuando vea cómo el Gobierno se ha bajado la cremallera en Estrasburgo y se ha postrado ante los terroristas. La segunda copla la comienzan con unas palabras de Aragón: «No tiraré piedras contra mi propio tejado». Durísimo. Si empieza así imagínense cómo termina. El twitter arde. Simpáticos los cuplés. Toda la carne en el asador.
El Maligno: El libro ?Cásate y se sumisa? no está bonito para un cuplé. Pero, lo rematan con Rajoy y dar por culo. Eso siempre triunfa.
Comparsa Los hombres de negro
Puntuación: ****
San Benigno: Cierra la noche uno de los platos fuertes. Una vez superada la sorpresa del tipo lo cifran todo a las coplas. La presentación, como la definiría yo… un bastinazo. Vamos con los pasodobles. La primera letra se la cantan a un joven que va por primera vez a su nuevo trabajo. Antes de irse se mira al espejo, por fin se siente un hombre honrado, con su trabajo nuevo después de cuatro años parado. 800 euros y tres meses, pero no va a lamentarse. Sólo quiere verse realizado, volver a su casa cansado. Solamente hoy se siente feliz por volver a trabajar, se siente más fuerte y más hombre que nadie. Ya tendrá tiempo de pensar que dentro de tres meses se verá otra vez en la calle. El segundo pasodoble, para dos personas que hace cierto tiempo se enamoraron. Quisieron tener hijos, pero dos homosexuales no pueden ser padres y en todos los informes son unos degenerados, que no piensen en adoptar. Dormitorios vacíos, sin despertar de mochila y colegio. En cambio otra familia, aparente modelo, adoptó una niña para después matarla sólo por dinero. Dónde están los que firmaron esos papeles. Cuplés a Cristina Tárrega y a las amantes de los políticos. Me gusta un montón, pero más me gustó el primer día. Eso es así.
El Maligno: Podían haber cambiado el teatrillo de antes de los pasodobles. Si ya sabemos que vais a cantar hombre, no enfriéis al público, que ya es muy tarde. El segundo pasodoble tiende a la demagogia. Lo de que los homosexuales no puedan adoptar está ya un poco desfasado.
Chirigota No tenemos pal convite pero tenemos pa twitter
Puntuación: *
San Benigno: Llegan los ?catastrophic tiesos man?. No tienen pá ná, pero pal twitter sí. Un pasodoble para los avances de las nuevas tecnologías, todo el día con el móvil en la mano. Pero en Biafra lo más avanzado es un saco de Maizena que han tirado desde un avión. Esto es el siglo XXI. Nos dicen que para sostener la economía hay que mantener esas diferencias. Todos vivimos conectados desenchufando la conciencia. El otro, para ellos mismos. Descarados y sinvergüenzas. No llevan forillo, pero de nuevo están aquí para decir cuatro verdades. No se venden por el Concurso. Sus coplas van siempre contra los mismos. Contra los del palco municipal. Cuplés a los Pimpis y al bajón del Concurso.
El Maligno: Es inaudito cómo le sudan las axilas al McGregor. Se ve que los grandes nunca pierden el nervio. En el segundo pasodoble se equivocan. En vez de callarse lo arreglan con un ?naninoninona?, al más puro estilo Rosa de España. Con los cuplés terminan de inmolarse.