No se llaman Marcianos ni Bichitos de Luz, sino Los Cañamaque y Cuando yo me pele, aunque a tenor de que se vislumbra más de uno no va a tener pelos en la lengua. Como diría El Libi se acabaron las letras simplonas y que no dicen nada, que esto es un cachondeo pero con una cierta inquina.Bueno, según se mire. Que hasta entonces se han escrito muchos tangos a La Viña, sobre todo por el coro que viene de allí, a Santa María, por una mayoría, a la gaditana guapa por una totalidad y hasta a la gaditana fea, fruto del atrevimiento del propio Libi y José Manuel Valdés.
Pero todo esto se va a acabar, que ya va siendo hora de criticar y meterse con el de al lado, con el que compite conmigo de forma más directa. Qué tiemblen AntoMartín y Martínez Ares que las «cositas» que ellos se decían son pecata minuta al lado de lo que se rumorea que están preparando Julio Pardo y Quico Zamora. Pero en el fondo se querían como ocurrió el año que Antonio fue pregonero y Antoñito le dedicó un pasodoble con El Vapor.
Es la guerra de los coros, como acertada y carnavalescamente alguien se ha atrevido a definir. Pero que no salten las alarmas, que no cunda el pánico que las letras sólo se aplauden y se valoran pero no van más allá. Que le pregunten a Quiñones, que pidió la pena de muerte para ETA, pero eso ni ha sucedido ni parece que vaya a suceder.
En los mentideros carnavalescos se habla y no para de una rivalidad que se cuenta viene de años. En esta ocasión parece que ambos autores han preparado alguna letra que se dedicarán sobre el escenario y no precisamente para homenajear las más de tres décadas de tangos de Julio Pardo ni el hecho de que Kiko Zamora haya vuelto a encargarse de la música de su coro. El primer aperitivo ya se vivió en Punto Radio cuando Faly Pastrana definió al coro de Julio Pardo como «mafia», lo que precisamente no ha sentado nada bien al grupo, y ha provocado que la situación entre en un oscuro callejón (pero sin salida y no con negros como en el 85 cuando Pardo y Zamora compartieron autoría).
Los demás coros casi ni sienten ni padecen con esta historia. Nandi Migueles y los suyos bastante preocupados están con la impresión que pueda causar la novedosa idea que presentarán en escena y el coro a pie ya tuvo suficientes quebraderos de cabeza con la polémica por el número de componentes sobre el escenario. El Valdés anda dándole vueltas al tipo que, a buen seguro, va a provocar todo tipo de comentarios y los antiguos proscritos tampoco están para hablar de peleas después de la escisión que han vivido para el presente certamen. Eso sí todos estarán pendientes de lo que puede suceder esta noche a partir de las nueve o el día 28 a la misma hora. O en cuartos. O en semifinales. Más que nada por curiosidad.