Las ilegales le marcan el segundo gol de la noche a Casillas

La respuesta superó todos los límites imaginables hasta tal punto que la iniciativa tuvo su continuación en el año 2006, luego en 2007 y después en 2008.

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La apuesta era, sin duda, arriesgada y difícil, porque
parecía realmente imposible que las coplas pudieran salir de su entorno
natural. Para llevar a buen puerto su cometido pensaron que lo mejor es
que fueran las agrupaciones ilegales, las denominadas callejeras, las
que formaran parte de la popular concentración. Codo a codo se pusieron
manos a la obra y estimaron que el día oportuno era el Miércoles de
Ceniza. Le pusieron como sobrenombre Amoscuchá y tiraron para adelante
con la osadía de los valientes.

La respuesta superó todos los límites imaginables hasta
tal punto que la iniciativa tuvo su continuación en el año 2006, luego
en 2007 y después en 2008. La respuesta popular fue subiendo de tono,
de manera que lo más útil para que el personal disfrutara de las coplas
con más tranquilidad era aumentar el número de días de la
concentración. Cuatro años después ha quedado demostrado que en en
ningún caso es incompatible escuchar una buena ración de repertorios
gamberros en La Viña y que la iniciativa ha venido a sumar. De esta
manera, en la pasada edición, se decidió que la concentración se
prolongara desde la jornada del martes hasta la de hoy jueves. Para
tratar de dispersar tanto a los propios grupos que acuden como a los
asistentes, LA VOZ y los vecinos del barrio apostaron porque fueran los
romanceros los que tuvieran el honor de abrir el pasado martes la
quinta edición de esta muestra de coplas desenfadadas. Y así lo
hicieron llevando a los primeros ávidos de Carnaval callejero hasta
este bello rincón del casco antiguo gaditano.

Día grande

 

 

Pero el día que se vive de verdad y con mayúsculas es el
miércoles en El Pópulo. Antes de la hora prevista por la organización,
las nueve y media de la noche, ya había gente apostada en algunos de
los rincones de este enclave singular. El romancero de Paco Mesa fue
uno de los primeros en hacer acto de presencia. Se ve que no acabó
harto de mostrar sus versos la noche anterior y por eso decidió
regresar el primero el miércoles al Pópulo. A esa hora apenas se
tardaban cinco minutos en llegar desde Pomponio Mela hasta la Plaza de
San Martín. Pero, de repente, fue apareciendo gente de una manera que
asustaba. Si alguien pensaba que en Cádiz los futboleros son
mayoritariamente del Real Madrid, ayer aparecieron motivos para
dudarlo. Pese a lo que se jugaban los blancos en el Bernabéu, el
personal no estaba por quedarse en casa viendo la tele y prefería
lanzarse a la calle. Y las ilegales le marcaron el segundo gol a
Casillas.

 

A esa misma hora, uno de los coros que ha intervenido en
el pasado concurso de agrupaciones, concretamente Los celtas largos y
con boquilla demostraba que las oficiales también tienen su sitio en el
Pópulo. Muy cerquita de allí el director del coro ilegal de Los piratas
del Cadibe, Luis Frade, comentaba a este periódico que «ellos también
están encantados con esto del Pópulo y que llevan ya varios años
acudiendo». En su mente la preocupación por afinar en la elección del
cajonazo que anualmente concede La Peña La Tertulia de Doña Frasquita y
que se hará público en breve.

 

 

 

 

Son las diez de la noche y el tiempo invertido en llegar
desde Pomponio Mela hasta la Plaza de San Martín se multiplica por dos
y ahora son diez minutos. Muchos coristas comienzan a hacer acto de
presencia. Algunos con sus disfraces. Es el caso de un miembro del coro
de La bien nacida, que lo pasa realmente mal para atravesar el Arco del
Pópulo. También se dejan ver algunos coristas de Valdés que «hoy están
de descanso». E incluso personal de paisano del coro de Julio Pardo,
como el que fuera capataz de la Virgen de las Lágrimas, de Columna,
Francisco Javier Bancalero, que se lo pasa en grande.

 

 

 

En la esquina de la calle Mesón, unas muchachas vestidas
de novia la toman con Falete. La gente le está cantando tela al
secuestro frustrado de su noviete y el chaval tiene que estar así de
gordo por todo lo que le están cantando en Cádiz. Pero si algo queda
demostrado es que Amoscuchá ha traspasado todos los límites. A las doce
de la noche se tarda más de un cuarto de hora en llegar desde Pomponio
Mela hasta la plaza de San Martín. Las oficiales se han enterado
(siguiendo al Selu) de que algo importante se mueve en este barrio y se
suman a la fiesta. Es el caso de Los robó de cocina y Pa un desavío
aquí está el tío, chirigotas que compitieron en el Falla y que vienen a
mostrarnos su arte.

 

 

 

Superado el Miércoles de Ceniza, en la puerta de la
calle Obispo José María y Rancés ya huele casi a incienso en la peña de
la Asociación de los Hermanos Cirineos, que ha decidido alargar su
horario de apertura por interés propio y de los demás. Y encima lo
agradecen.

 

 

 

Al cierre de esta edición, era complicado contabilizar
el tiempo que se tardaba en cruzar entre la calle Pomponio Mela y la
plaza de San Martín.