Tenía que llegar la réplica del Carnaval de Cádiz a los catalanes ofendidos por las bromas hacia Carlos Puigdemont. En forma de copla, por supuesto. La comparsa de Fran Quintana ‘Los desvelaos’ ha compuesto en estos días (menos de una semana) un sensacional pasodoble para responder a esos nacionalistas que se indignaron con ‘La familia Verdugo’ por querer decapitar al expresidente de la Generalitat. En realidad, para contestar a todos los ‘ofendititos’, como recalca el autor, que no quiere encorsetar el mensaje.
Quintana sigue destacando por su sensibilidad a la hora de tocar los temas además de por la claridad y contundencia de sus letras. El grupo, joven, suena cada año mejor. Y en este pase de semifinales ha relatado verdades como las siguientes: “Por reír, por cantar, nos quieren denunciar. Ofendiditos, que te ofendes por nuestras letras… En esta tierra todo sirve de cachondeo… Amenazas con denunciar por el chiste un coplero. No hay más censura que el aplauso de mi pueblo. Sigue, si puedes lo intentas, sigue, que te vas a estrellar. Porque en Cádiz no tenemos miedo. Este coplero te reta, y si nos condenan te escribiremos desde el infierno”.
El público del Falla ha acogido con un gran aplauso esta respuesta de Fran Quintana a los ‘indignados’ que piden castigo para los chirigoteros que se burlan de Puigdemont y sus compañeros secesionistas. Comenta que “lo escribí ‘desvelado’. A las tres de la madrugada lo terminé y se lo mandé al grupo. A raíz de los acontecimientos, era necesaria la respuesta del Carnaval de Cádiz y espero que lo hagan los demás autores”.
Quintana ha tenido “cuidado a la hora de componer de que no sea sólo para Cataluña, sino que va a todos los ‘ofendiditos’ que no entienden el Carnaval, la sátira desde el siglo XIX, y hay que explicárselo”. Se sorprende porque “son un montón, y cada vez más y por más temas. Es que se ofenden por todo”. Aquí puede leer la letra completa del pasodoble de ‘Los desvelaos’.
NO TENEMOS MIEDO
Dicen los libros de historia que en el XIX
ya por las calles de Cádiz se oían letrillas
contra el poderoso por el carnaval,
y el poder siempre quiso
en los años siguientes
controlar a la gente,
su copla y disfraz.
Ni la cruel dictadura que Franco instalara,
consiguió que evitaran
los carnavaleros
jugarse el pellejo
hasta la democracia.
Y ahora resulta que algunos
que no entienden de lo nuestro,
ponen el grito en el cielo,
y es asunto nacional,
por reír, por cantar,
nos quieren denunciar…
Ofendidito… que te ofendes por mis letras,
por mi mare, no te enteras,
que en esta fiesta la única norma
es que todo sirve de cachondeo.
Ofendidito, hijo mío,
no me cargues tu incultura,
cuando vienes y me acusas,
y amenazas con denuncias
por un chiste de un coplero.
Porque aquí no hay más censura
que el aplauso de mi pueblo.
Sigue, si quieres lo intentas,
sigue, que te vas a estrellar.
Por encima de constituciones,
de gobiernos dictadores,
nuestras coplas siguen vivas.
Porque en Cádiz no tenemos miedo;
y este coplero te reta:
venga, denuncia mis letras,
y si nos condenan
te escribiremos desde el infierno.