La prohibición a los autobuses de servicio discrecional o privado para que entren en la capital gaditana el próximo domingo 11 de febrero (el primero del programa de Carnaval) tendrá que esperar, al menos, un año. Esos casi 600 vehículos que cada año llegan a Cádiz con visitantes iban a quedar estacionados en el Bajo de la Cabezuela y sus ocupantes trasladados en lanzaderas hasta el centro de la ciudad previo pago de una tasa individual. Sin embargo, ese plan no se podrá aplicar pese a ser anunciado formalmente.
El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz anuncia que este próximo mes de febrero, finalmente, no se pondrá en marcha el sistema de lanzadera de autobuses con el que se pretendía conectar a los visitantes venidos en autobús desde La Cabezuela hasta el centro de la capital gaditana.
Fuentes municipales explicaron ayer que tras escuchar los análisis del jefe de la Policía Local de Cádiz, hace más de un año, se decidió impulsar el proyecto de la lanzadera a fin de cumplir con dos objetivos claros: «Establecer un modelo de seguridad mucho más compatible con la llegada masiva de personas a la ciudad en estas fiestas, y a la vez conseguir una mayor comodidad tanto para los vecinos como para esos visitantes».
Hace más de un año se puso en marcha esta iniciativa, se planteó en tiempo y forma. No obstante, una discrepancia entre Secretaría General y Contratación del Ayuntamiento gaditano sobre la forma jurídica de ejecutar este servicio no ha sido resuelta a tiempo, lo que imposibilita que se ponga en marcha la lanzadera de autobuses.
Autobuses estacionados durante el Carnaval en Cádiz.
Desde el Gobierno local desmienten que haya habido licitación y adjudicación a empresa alguna para este sistema de transporte por parte del Ayuntamiento. Asegura que «sólo se ha tanteado el asunto con varias empresas para agilizar el proceso, pero no se le ha concedido el servicio a empresa alguna, ya que ni siquiera se había sacado un pliego».