La parodia joven se adueña del teatro Falla

El buen hacer de tres cuartetos demuestran que la modalidad de los dos palos no está en crisis

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Nueva tarde de babas caídas. Sobre todo las de las madres y abuelos que volvieron abarrotar el patio de butacas para dar ánimos a sus retoños y demostrar que son sus fans número uno. Las familias se confundían con los chiquillos en butacas y palcos. Y es que la adhesión incondicional del público a las agrupaciones sigue siendo la nota dominante en estas sesiones de coplas vespertinas.
La chirigota Los que echan más horas en el Cortinglé, de Cádiz, subió por primera vez el telón. Unos chirigoteros maniquíes, con etiquetas y precios incluidos, del citado centro comercial llegaron hasta las tablas del Falla para hacer reír con sus coplas. Sobre el escenario toda la temporada de rebajas. Tenista, uniforme escolar, traje de baño, de comunión, y hasta una novia que recuerda al Masa en aquella mítica boda del siglo.  Se ponen serios en los pasodobles. El primero dedicado al Macarty y el segundo para la tragedia de los marineros de Barbate visto desde el prisma de un joven que ha perdido a su padre en el mar.  Simpático el pasacalle entre copla y copla donde se quedan estáticos y los empleados los retocan. Bajan un poco en los cuplés con un estribillo picarón pero vuelven a la carga en el popurrí con graciosas cuartetas. Tras piropear a la Tacita, se despiden volviendo a la posición con la que empezaron. Gran chirigota a la que se les nota a más de uno su experiencia en esto de cantarle a Cádiz cuando se acerca el mes de febrero y que el público premia con fuertes aplausos.
Tras la chirigota, la comparsa Vuelven los cacos con un tipo parecido a la comparsa de Manuel Sevilla Pecci Los ladrones. Un homenaje en su tipo y en la presentación a la chirigota Los cacos de los años 60 usando su música del pasodoble. Primer letra de pasodoble a la llegada de un nuevo hermano a la familia al que van a dar todo el apoyo y al que nunca les fallarán. Poco a poco van dejando atrás los nervios que les hacen cantar de forma tímida. El segundo a lo que para ellos supone cantar en el Falla. Destacable el popurrí que lo terminan quitándose el antifaz con el que han cantado todo su repertorio y en el proscenio del escenario recibiendo la ovación del respetable.
Como cierre a la primera parte, el primer cuarteto de la tarde El auténtico drink team. El locutor deportivo Teo Vargas, Chico Linares como entrenador y los jugadores Juan José y Ronaldo son los cuatro jóvenes que componen este cuarteto. Juan José parece salido de la chirigota de Vera Luque Los Jesusito de mi vida, con más pelo y más barba y vestido con la equipación cadista. Llamada de atención a Teófila por parte de Chico Linares que promete «trabajo y trabajo para la plantilla», igual que la regidora pero «todo el mundo está en Castellón». El público aplaude los buenos golpes de la parodia que se alternan con algún que otro chiste. En los cuplés cantan a su amigo Manolo que le gustan mucho los dulces y tiene lombrices que puede vender como gusanas de canutillo. Los palomos y el presidente del Cádiz completan la tanda. El público corea el estribillo. «Quillo, quillo, no tenemos estribillo».  Y el respetable sigue con el illo. «Ole los cuartetos, ole los estribillos y el que no diga ole que le den en la cara con un rastrillo». Para despedirse el tema libre del que avisan que va a ser «chiquitito», y lo cumplen porque no dura más de dos minutos cronometrados por reloj. Con luces de discoteca y el rap de Linares al ritmo del baile del cangrejo se despiden con fuertes aplausos.
Tras el descanso, el plato fuerte de la sesión: el cuarteto ¡1,2,3 duerme! Memorable parodia de este gran cuarteto de la barriada de la Paz y mejores cuplés. Una sesión de hipnosís que encandiló al público con golpes de calidad y que sacaron la mejores carcajadas de la tarde. ¿Quién dijo que el cuarteto estaba muerto? Estos jóvenes demuestran que hay modalidad de los dos palos para rato.  El cuarteto disfruta en el escenario y hacen disfrutar. Llevan varios años en la cantera y como siempre vuelven a demostrar calidad. Genial tema libre en el que el hipnotizador cura las particulares enfermedades de sus pacientes. Uno de ellos con problemas de ventosidades. Destacó sobremanera la gracia interpretativa de los componentes, casi inusitada en esta modalidad, que el respetable agradeció con gritos de ¡cuarteto, cuarteto! Después de la actuación la cara de satisfacción se veía en sus componentes. Dos de ellos repetían en su paso por las tablas ya que el pasado martes Pedro José Tamayo y Borja Romero estuvieron con la chirigota Sss sss que viene, que vienen. La corbata y la camisa de guardia de seguridad de la chirigota le sirvió para vestirse a Borja de hipnotizador.
Desde Barbate llegó la comparsa El perfume con un tipo similar al de Tino Tovar. Voces potentes con las que impregnan al público de aromas y olores a coplas. Destacar su segundo pasodoble denunciando el maltrato a la mujer y el tercero para los 35 años que lleva Barbate cantándole a Cádiz. Bonito estribillo y bien interpretado en el que regalan piropos en forma de fragancias. En el popurrí sacan varios tipos de esas agrupaciones llegadas desde la localidad barbateña como Filo Andaluz que llegó a conseguir el primer premio en la década de los ochenta.
Para cerrar la función, nuevamente a golpe de parodia. Señores y señoras, niños y niñas, un cuarteto en el que los cuatro jóvenes representan a tres concursantes y un presentador que no están demasiado afortunados con su parodia y que no paran de moverse. Eso sí, se despiden prometiendo no faltar en la calle. De esta forma, se llegó a la recta final de las juveniles.