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La Diosa de los niños también se llama Lucía

El acto matinal registró una gran afluencia de público y contó con el prólogo del trabajado pregón infantil, a cargo de Mónica Méndez, alumna del colegio Nuestra Señora de Lourdes

Por  1:07 h.
La Diosa de los niños también se llama Lucía

 

Será porque los niños llevan otros ritmos horarios y afortunadamente saltan sobre resacas y trasnoche, pero San Antonio mostró ayer un sorprendente aspecto vital para coronar a la nueva Diosa infantil. Curiosamente, la elegida tiene el mismo nombre de pila que la estudiante de Magisterio que fue designada como reina adulta el día antes, el viernes por la tarde. Apenas 16 horas después de ese evento, la pequeña Lucía Rosendo Mesa, de ocho años, recibió la corona de los niños. Apenas pudo articular palabra, ni falta que hacía, y solo pudo reunir temple para pedir disculpas por lo nerviosa que estaba. Iba elegantemente disfrazada de amazona. Las demás ninfas, el concejal de Fiestas Vicente Sánchez y la alcaldesa Teófila Martínez fueron los primeros en felicitarla sobre el escenario, a las 13.45 horas del primer sábado festivo, por su simbólico nombramiento que viene a suponer un guiño a los más pequeños para que se idenfiquen con la fiesta desde edad escolar, sin más competencias ni exigencias.

Ese propósito recibió ayer un espaldarazo con el matinal lleno espectacular de la plaza de San Antonio. Más allá de parientes y amigos de las protagonistas, el público abarrotó el foro más amplio de la fiesta con muchos críos disfrazados en un ambiente absolutamente familiar.

El acto tuvo como hilo conductor el circo clásico. Todos los disfraces de las ninfas tenían relación con ese mundo. Los bailes o sencillos números musicales, en los que participaron las niñas, siempre respetaron ese vínculo. La conducción correspondió, como en la víspera, a Hugo Rosales, conocido por participar en el programa televisivo ‘Fama’ de Cuatro.

El acto tuvo como prólogo un elaborado y meritorio pregón infantil a cargo de Mónica Méndez. Esta alumna del colegio Nuestra Señora de Lourdes demostró que se había tomado en serio su misión y que la había preparado, según confesó, durante ocho meses. Su texto, ameno y bien trabado, fue un hermoso repaso a la historia y a las tradiciones locales.

Disfrazada con aire dieciochesco, se declaró «más gaditana que el Levante y el Poniente», condición que reforzó con un repaso a varios de los estribillos más populares de las últimas décadas.