La cantera presenta sus credenciales

La chirigota gaditana Los sabandijas abrió la primera tarde de coplas de los más jóvenes

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Llegó el turno de los más jóvenes. Pasados varios minutos de las cuatro de la tarde, a una hora más propia del Domingo de Ramos en torno a la puerta de la iglesia del Carmen, daba comienzo la primera sesión de semifinales de la categoría junior, que este año vuelve a dividirse en infantiles y juveniles. La encargada de dar el pistoletazo de salida fue la chirigota de Cádiz Los sabandijas mientras los más rezagados aún se incorporaban en sus asientos. Simpática puesta en escena con un puesto de chucherías y un cartel donde se puede leer «Prohibido todo juego de pelotas», al que no hacen demasiado caso. Con un tipo que recuerda a la chirigota sevillana Los putaítas, estos niños traviesos hacen de las suyas sobre las tablas del teatro.  No dejan ni un momento de moverse por el escenario con sus tirachinas, explotan los globos al figurante que entra en escena, tiran una pelota al foso. Destacar el segundo pasodoble dedicado a Fermín Salvochea por ser siempre rector de solidaridad y entregar su vida a los demás. Letra apropiada para que los niños aprendan la historía de la ciudad. Ocurre lo mismo con los cuplés donde  sobresale el estribillo avisando de que sólo se portan bien cuando están dormidos. Música de discoteca y luces de colores antes de interpretar el popurrí que lo empiezan advirtiendo de que vienen para liarla y que no dejan vivo ni un sólo cristal. Si le hacen faltas puntos para pasar a la final del próximo domingo, ofrecen los puntos de sus brechas. Lluvía de papelillos para despedirse y la primera gran ovación de la tarde.
Tras la chirigota, el cuarteto Vaya par de orejas, llegado desde la localidad sevillana de Dos Hermanas. Representando a unos particulares alumnos de una escuela taurina se presentan estos jóvenes cuarteteros. Una cuadrilla de lo más peculiar: un torero con más de ochenta años, un subalterno chino y un banderillero nigeriano. El cuarto integrante demostró ser polifacético. Pasó de ser madre del torero a apoderado, siendo antes vendedor de refrescos,  e incuso sirena. El público aplaudió la soltura y los buenos golpes de la parodia de estos cuarteteros aunque otros quedaran algo alejado de lo infantil, sobre todo el lenguaje del anciano torero.  Un bonito piropo a Cádiz diciendo que ha sido una maravilla hacer el paseíllo desde Sevilla arranca las ovaciones del respetable en su despedida.
Desde Barbate llega la comparsa Los Tanys, un grupo de cantantes con éxito vestidos de forma espacial cuando ya el teatro presenta un genial aspecto en cuanto a público. Buenas letras y música de los tres pasodobles de esta agrupación barbateña tratando temas actuales desde la perspectiva de un niño. El primero se lo brindan a sus abuelos. Una defensa de su participación con su comparsa resaltando los aspectos positivos del Carnaval centra el segundo. El tercero lo reservan para la integración social dedicado a su amigo de color del colegio. Fuertes ovaciones y gritos de «¡esto sí que es una pedazo de comparsa!» premian los pasodobles con letras claras, llanas, sin retóricas y adaptadas al lenguaje de los niños. Bajan un poco en los cuplés. Popurrí bien interpretado con un bonito final en el que afirman que se sienten gaditanos en cualquier parte del mundo a pesar de que viajen mucho. Nueva lluvía de papelillos para despedirlos con el patio de butaca en pie.
Antes de llegar al descanso, segundo cuarteto  de la tarde. El robo perfecto…si no nos hubiesen cogido no sólo cerró la primera parte sino que también  puso fin al concurso de infantiles hasta el próximo domingo cuando se celebre la final. Sus protagonistas dos matracadores y el cliente de la joyería asaltada que después se convierte en el tercer caco. Destacar sus cuplés y el desparpajo de los componentes. Buen golpe en el tema libre cuando dicen que Julián Muñoz robó al pueblo de Marbella, Baldasano robó a los aficionados del Cádiz pero ellos cuando le quitan dinero a su madre, lo cogen prestado.
Después del descanso, una corta segunda parte con tan sólo dos agrupaciones, pero en este caso juveniles. La primera en hacerlo la comparsa de El Puerto de Santa María El Aula, en su debut en el concurso de agrupaciones. Alumnos de una clase de música que quieren aprender Carnaval se presentan sobre las tablas. Buenas voces la de estos comparsistas que quizás canten demasiado alante del escenario. Bonito pasodoble a la Torre de Poniente y al Pirulí, símbolo de lo añejo y lo moderno. Destacar también la presentación y el popurrí donde usan varios instrumentos como congas, claves, e incluso una trompeta. Fuerte ovación para su despedida.
Y tras la comparsa, la chirigota Sss sss que vienen, que vienen. Gran expectación por la respuesta del público antes de abrirse las cortinas por última vez en esta primera fase de semifinales de la cantera. Y es que llegaba el turno del primer premio del año pasado en la modalidad.  Los antiguos pilotos se han transformado este año en unos seguratas que poco autoridad imponen. Volvieron a demostrar que a pesar de su juventud son veteranos sobre las tablas por su desparpajo y buen repertorio. Se ponen serios en los pasodobles. Especialmente emotivo el segundo dedicado a los niños con síndrome de down. Graciosos cuplés y estribillo chirigotero que corea todo el público. «Que vienen, que vienen». Apuntan alto y dejan al público con ganas de más. Buen broche para la primera sesión.