José Ramón Zamora: «Ya no se valora la música del tango»

Vuelta y vuelta

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Ama el tango. Le dio fuerzas para superar un trasplante de riñón. La falseta le anima en sus momentos más delicados. Y como dijo en Los entendidos del racataplán, «muere en el tango». De sus manos han nacido las músicas de los tangos más bonitos compuestos para el Carnaval de Cádiz. Y lo reconocen hasta sus rivales más directos. José Ramón Zamora, Quico para los amigos, ya forma parte de la historia del Carnaval. Y ha hecho de la plaza de El Cañón uno de los rincones más carnavaleros de la ciudad.
–Desde 1980 forma parte de esta fiesta de manera activa. Como miembro de agrupación y como autor de música ¿Se le ha dado muchas vueltas al coro desde entonces?
–A todo. Y se le ha dado la vuelta hasta al tango, y cuantas más vueltas les dan, más pierde el compás, hasta que lo pierda definitivamente.
–¿Y qué queda por hacer en el coro?
–Que sólo se presente al concurso popurrit y cuplés, porque parece que el tango no le gusta al aficionado.
–¿Es bueno que entren nuevos grupos, como el coro femenino o el coro a pie?
–El coro a pie no es nuevo. Es el más antiguo de todos. Los aficionados están equivocados. Los nuevos son los coros de 40. Y en cuanto a la entrada de la mujer en el Carnaval me parece perfecto, y necesario. De hecho, la música del tango de Tirabuzones es de lo mejor que yo he escuchado este año.
–¿A qué le daría la vuelta en el concurso?
–Al Patronato. Es imprescindible darle la vuelta. Y el problema a surgido por la dejadez del concejal de Fiestas y de la Alcaldía. El concurso se ha ido de las manos. Ahora hay jueces y partes.
–¿Qué te queda por hacer en el Carnaval?
–Irme. Que me lo estoy pensando. Es muy triste que cada año traigas un tango y nadie lo valore. Los aficionados sólo se fijan en las letras.
–¿Los enemigos están en las agrupaciones de la misma modalidad o en el propio coro?
–Los enemigos están en el foso. Me gustaría que tuviesen personalidad, que su opinión fuese propia y no se dejasen llevar por lo que piense uno. Y es imprescindible que quien escriba de Carnaval, le guste y sepa de Carnaval. Nadie habla de la música. Sólo de la letra. Hasta el Patronato dejó de puntuar la música. En este concurso se puede ser primer premio con cualquier cosa.
–¿Qué es para usted El Cañón?
–En esa plaza es donde disfruto verdaderamente del Carnaval. Donde me emociono y lloro, como el año pasado. Ese rato en El Cañón cantando tangos no me lo quita nadie. Ahí sí se escucha Carnaval.
–¿A qué le daría la vuelta en el Carnaval?
–Los puestos ambulantes que molestan a las callejeras y no les dejan cantar. A los impresentables que se sitúan al lado de una agrupación, de cualquier modalidad, y la molesta. También me gustaría cambiar a aquellas personas que no saben disfrutar del Carnaval, las que no saben escuchar las letras.