Y empezó lo bueno. O lo regular, por lo menos. A la llamada de cuartos de final (o primera semifinal, como se prefiera) el público no falto y llenó por completo el teatro anoche. Pocos asientos 9se vieron vacíos en el teatro que vivió un gran ambiente gracias, en gran medida, al buen cartel que presagiaba una noche llena de calidad.
Con la novedad del cambio de horario, que a partir de la sesión de ayer arranca las nueve de la noche, comenzó a cantar el coro de La Viña. Con sus dotes mágicas empezó a hechizar al patio de butacas y al paraíso, que respondieron al encantamiento con gritos de ánimos.
Tras la actuación del coro, las pocas localidades libres se fueron llenando y el ambiente se caldeó mas si cabe.
Por el patio de butacas se podía ver a Iván y Marisa, una pareja de novios que en el próximo mes de abril contraerá matrimonio en Córdoba, su ciudad natal, y que aprovecharon sus últimos meses de soltería para disfrutar del Falla acompañados de unos amigos de profesión, que pisaban por primera vez el coliseo. También fue día de bautizo carnavalesco para unos aficionados de Málaga que desde uno de los palcos animaban sin parar a la chirigota de Manolín Gálvez.
Por el paraíso, ambiente de gran noche, cargado de humor y buenos golpes que animaron la gran jornada. Caras conocidas, como la del cofrade David Valero, que ayer llegó de Sevilla, expresamente, para ver la chirigota de su barrio, aunque ayer no era el único «capillita» por allí.
Gran parte del coro de La Viña decidió cambiar su disfraz por la túnica de ruán para no ofender. Aunque el Concurso entra en su tramo caliente, algunos ya piensan en la próxima fiesta. Cosas de Cádiz.
Con la novedad del cambio de horario, que a partir de la sesión de ayer arranca las nueve de la noche, comenzó a cantar el coro de La Viña. Con sus dotes mágicas empezó a hechizar al patio de butacas y al paraíso, que respondieron al encantamiento con gritos de ánimos.
Tras la actuación del coro, las pocas localidades libres se fueron llenando y el ambiente se caldeó mas si cabe.
Por el patio de butacas se podía ver a Iván y Marisa, una pareja de novios que en el próximo mes de abril contraerá matrimonio en Córdoba, su ciudad natal, y que aprovecharon sus últimos meses de soltería para disfrutar del Falla acompañados de unos amigos de profesión, que pisaban por primera vez el coliseo. También fue día de bautizo carnavalesco para unos aficionados de Málaga que desde uno de los palcos animaban sin parar a la chirigota de Manolín Gálvez.
Por el paraíso, ambiente de gran noche, cargado de humor y buenos golpes que animaron la gran jornada. Caras conocidas, como la del cofrade David Valero, que ayer llegó de Sevilla, expresamente, para ver la chirigota de su barrio, aunque ayer no era el único «capillita» por allí.
Gran parte del coro de La Viña decidió cambiar su disfraz por la túnica de ruán para no ofender. Aunque el Concurso entra en su tramo caliente, algunos ya piensan en la próxima fiesta. Cosas de Cádiz.