
La mediocridad es necesaria para poder apreciar la excelencia. Y si en la sesión del domingo reinó lo segundo con las actuaciones de la comparsa de Martínez Ares y el coro de Luis Rivero, en la función de esta noche del lunes campó a sus anchas lo primero. Pocas sesiones se recuerdan con tan pocos minutos de una calidad mínimamente aceptable sobre el escenario del Gran Teatro Falla.
Comenzó el (pobre) espectáculo con la chirigota gaditana ‘Vaya par de gemelos’, que tiró más de poca vergüenza que de repertorio en una actuación simpática pero sin mayor trascendecia. De la sonrisa se pasó al hastío existencial con la comparsa ubetense ‘La canalla’, cuya propuesta resultó un tanto deprimente.
No mejoró el asunto con la aportación de la chirigota gaditana ‘Los domadores de plantas carnivoras’, muy endeble en interpretación y corta de comicidad. Uno de los escasísimos destellos de calidad de la noche llegó desde Ronda con la comparsa ‘Los cantores’, que con un grupo compacto y unas letras notables presentó su candidatura a cuartos. La comparsa de Fuentes de Andalucía ‘Los patitos feos’ regresó a la mediocridad previa y la chirigota ‘Los malos de apendicity’ agradó aunque abusó del teatrillo.