Reza el dicho: ‘Bienaventurados los que me copian porque de ellos serán mis errores”. Lo cierto es que el Carnaval de Cádiz guarda algún trampantojo (una mentirijilla) que se ha propagado hasta convertirse en realidad. Y si alguien de fuera replica, el debate se cierra con una frase tajante: “En Cádiz esto es así de toda la vida”. No ocurre solamente con el cuarteto, que en la Tacita es de tres, de cuatro o cinco. Si no con el ritmo del 3×4.
¿Qué es el 3×4? “El 3×4 es un compás de 3 tiempos donde cada tiempo está marcado por una negra”. Información de primero de solfeo pero que el aficionado no tiene por qué saberlo, pues no es necesaria para sentir la música saber leerla o escribirla. No obstante, en Cádiz se usa esta expresión para definir un pasodoble clásico, añejo, de Cádiz, de la Viña, con denominación de origen y que suene a otras épocas. Curiosamente, la mayoría de estas músicas van al 4×4 (compás binario y no ternario).
Alguien lo tuvo que decir y el resto se tiró en plancha. Pues el propio Antonio Martín entona el ‘mea culpa’. “Creo que yo soy el responsable. Me sonaba mejor 3×4 para terminar un cuplé de ‘Tras la máscara’ (1989). Que yo sepa nunca se dijo antes, incluso reto a quien sepa de una copla más antigua que por favor me desmienta. Desde entonces, se popularizó entre las chirigotas”. Y así fue. Tres años después cantaba Manolo Santander, el Petra, Carapalo y compañía aquello de ‘que yo no cambio, el ritmo del 3×4, que no lo cambio’ en ‘Bien nos diste coba, Cristoba’. “Les dije que no era 3×4 y me respondieron: ‘pero si lo has dicho tú'”.
Terminó de popularizarse con la inmortal copla de ‘Las viudas’ del Noly, Cárdenas y Peñalver “Vuelve ya el 3×4, el 3×4 bueno…”.
“Fui ‘influencer'”, bromea Martín. “Es cierto que igual que ahora se sigue a Tino, Aragón o Ares, en aquel momento me seguían a mí. Entono el ‘mea culpa’, una culpa que saboreo con gusto”.
También entiende que marcó tendencia con los sombreros. “Le dábamos mucha importancia al gorro, con el clímax de ‘La mar de coplas’. Ahora no hay comparsa que no se ponga un sombrero, aunque sea un boniato en la cabeza”.