La segunda sesión de Preliminares dejó grandes momentos para los aficionados a las coplas, especialmente en una primera parte memorable. La segunda, bastante más discreta también tuvo momentos destacados. Pero vayamos por partes.
Fue el coro de Faly Pastrana el encargado de abrir la función con un pase magnífico. Decir que las voces de este coro son de las mejores del Carnaval gaditano no es descubrir nada, pero hay que destacarlo siempre, porque impresionan. La idea, las letras, la música, todo acompaña a esta agrupación, que promete aspirar a todo.
Llegó luego uno de los grupos que llevan años tratando de dar el paso para meterse entre los grandes. La comparsa de Germán García Rendón, ‘OBDC. La vida es bella’ dio un giro de tuerca a un estilo que mantienen pero evoluciona. Más delicado, igual de valiente. Los pasodobles de esta comparsa son de una musicalidad extraordinaria y las letras no dejan indiferente a nadie.
Igual de valiente fue ayer el Canijo, con un grupo que se ha reforzado en humor, por encima de las voces, pero que se superó a sí mismo para espantar fantasmas. Con el tipo de los Jesusitos de mesita de noche, absolutamente conseguido, por cierto, hicieron reír a un Teatro Falla que acabo levantándose para aplaudir una actuación que tuvo un broche de oro con una última cuarteta del popurrí verdaderamente magistral. Quizá los pasodobles fueron la única parte del repertorio que no terminaron de convencer.
La comparsa mixta de Faly Pastrana Lorenzo fue de nuevo un ejemplo de afinación. Hubo algún altibajo en la actuación, pero en líneas generales la agrupación gustó mucho y luchará de nuevo por meterse en la siguiente fase.
En la segunda parte destacó el cuarteto de Morón ‘Este disfraz tiene delito’. Tienen gracia y tienen talento. Mantuvieron el teatro calentito a pesar de que con solo dos días ya ha quedado claro que no fue buena idea eso de llevar a los cuartetos a la segunda parte de las sesiones.
Discretos los pases de las comparsas ‘La olvidada’ y ‘El negocio del siglo’. Simpáticos los chirigoteros suicidas de Mérida, aunque con lagunas en el repertorio. Desde luego todos se debieron ir con buen sabor de boca y el público siempre agradece el cariño que se pone en las tablas.
La comparsa de Francisco Javier Trujillo ‘el Catalán’ cerró la sesión. Es difícil mantener el tipo a las tres de la mañana, pero el grupo lo aguantó. Luchará la comparsa por seguir en este año tan complicado para la modalidad. Hubo alguna letra de calidad y las voces sonaron conjuntadas. Fue sin duda una buena manera de poner el punto y final a la primera sesión de gran categoría que nos depara el COAC 2016. Vendrán más, muchas más.