Doña Cuaresma ya no quiere coplas

Ay San Pedro picha no tires más agua, que tengo agujetas en este brazo de abrir el paraguas». Así empezaba un genial cuplé de la chirigota Los bordes del área, original del Yuyu y que se llevó el segundo premio en el Carnaval del año 1996. Al que no le van a dar un premio este Carnaval seguro es a San Pedro, que se ha aliado descaradamente con la Cuaresma, para aguar, según las previsiones, todo lo que queda de Carnaval, algo que ambos ya no reconocen, porque estamos en un período muy distinto.
Los primeros contratiempos comenzaron a vivirse en la tarde de ayer. Poco antes de las seis se anunciaba la suspensión de las actuaciones de infantiles y juveniles que había anunciadas en la plaza del Palillero. Asimismo, una hora después estaba previsto que se desarrollara el circuito de agrupaciones, con algunas de las más selectas de las que han pasado por el Falla, pero tampoco se celebró.
Otro de los momentos esperados, el certamen de coplas, una copa menos, una coplas más, debía tener lugar a las nueve de la noche en la plaza de San Antonio, sin embargo también se tuvo que aplazar, ya que, precisamente en ese momento, la esquiva meteorología comenzaba a hacer de las suyas. Su aplazamiento llevó consigo el del premio Coplas de la Libertad, cuya celebración también está pendiente de confirmación. En esa misma plaza estaba anunciado el concierto La copla, artistas de del programa de TV, que, teóricamente, tendrá lugar en la noche de hoy coincidiendo con el de Miguel Nández y De Cai. Otro evento que se vio afectado fue la entrega de la Aguja de Oro, de Canal Sur Televisión en la plaza de San Francisco, un acto que incluso iba a ser retransmitido por la cadena pública andaluza y en el que se homenajeaba a la chirigota del Sheriff.
Finalmente, la muestra callejera más gamberra e ilegal, ‘Amoscuchá’, auspiciada por el Consejo del Barrio del Pópulo y LA VOZ también se tuvo que suspender.  Poco después de las nueve de la noche, hora fijada para el comienzo, el singular enclave mostraba un aspecto desértico. Tan sólo un grupo de valientes chirigoteras desafiaba a una climatología ciertamente adversa y trataba de adentrarse en un entorno que no tenía nada que ver con lo vivido el miércoles.
Algunas de las ‘oficiales’ ofrecían su repertorio en el interior de un abarrotado bar de Los pabellones. Los aficionados, que siempre los hay jartibles, arropaban con su presencia a los actuantes en una noche realmente infernal.