“Tino es el único, junto a Jesús (Bienvenido), que podía hacerme una letra así”. David Palomar aún temblaba cuando se acercó a la puerta trasera con el ánimo de fundirse en un fuerte abrazo con su amigo. “Eso sí, se ha pasado con eso que aprendía más él que yo”. El pregonero escuchará muchas coplas a su figura, a su amor por el Carnaval. Al flamenco. Pero no a la persona, y menos al niño que un día fue. Por ello este momento tenía que suceder y cuanto antes mejor porque el único punto buscado es el de la emoción.
Tino se hacía esperar. Bonhomía personificada, suele tardar más de la cuenta en abandonar bambalinas porque atiende a todos los que se le acercan para pedirle una entrevista, para hacerle una foto. Al salir se llevaba la sorpresa. “Gracias Tino”, le decía Palomar en respuesta a su copla. “Mi padre está ahí, emocionado en el palco. No ha sido ni capaz de venir. Con eso yo estoy pagado”, reconocía el artista. “Has pegado. Eso es así, ha sido muy bonito. Hay años que sí y este es uno de ellos”.
“Todos le van a cantar porque se lo merece. Pero yo era el único que le podía cantar a esa persona que empezó a cantar en el Carnaval conmigo”, apuntaba Tino. “Este Carnaval es una gran familia y la letra no va para competir con nadie”.