Cómo sacar una chirigota ilegal, tragedia en cinco actos

Capitulo IV: ¡A la calle! que ya es hora

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En la Ciudad de Cádiz, siendo las tantas de la mañana del día 2 de febrero,  por fin el jurado del COAC ha dado los premios. Ya terminó el concurso. Más o menos lo que pensaba todo el mundo. Premio para el jurado también. ¡Empieza el Carnaval!
Durante el concurso estuvimos muy atentos a los temas de los cuplés y no hemos tenido que cambiar muchos. Algunos estaba claro que lo íbamos a perder, como el la Infanta Elena «que parecía tontita y en verdad es la ex Mari Chalá…» Eso ya había salido, ¿no?
Me ha dado mucho coraje lo que les pasó a las Pito-risas. Pena y a la vez sentimiento porque,  en el primer pasodoble,  me han recordado a nuestra chirigota en los ensayos. Nosotros cantamos más o menos así, pero todo el repertorio. Al final se llevaron el primer premio. Muy merecido. La de los monstruos catetos es genial y la de la cena, de cinco tenedores.
Las comparsas no me han gustado mucho, porque siguen sin dedicarle un sentido homenaje al pobrecito de las barbitas de  los Bee Gees en forma de pasodoble, con lo que ese hombre ha sido para los contraltos y los octavillitas. Así es Cádiz de desagradecida.
El final hemos estado ensayado casi todos los días porque íbamos muy retrasados. Menos mal que las novias y la mujer de Noni nos han ayudado con el disfraz. Al Pacoli se lo ha hecho su madre.
El Chollo trajo su ordenador portátil a los ensayos y hemos estado estudiando las mejores jugadas de las ilegales del año pasado en la página web de LA VOZ. Con los de «díseselo con flores» ya hemos cogido hasta confianza.  La verdad es que estamos un poquito acongojados o como se diga porque no tenemos ese nivel. Eso lo pudimos hacer solamente un día porque en un descanso se lo llevó al «sinodoro» y se le  cayó en la taza al realizar un movimiento brusco, porque se le puso el disco duro mirando no sé qué tipo de páginas. Ha quedado siniestro fatal.
Ayer velamos armas. Estuvimos un rato viendo los coros en La Curva. Jugó el Cádiz, pero nos lo perdimos porque hicimos un ensayo general para la familia y los amigos. En líneas generales todo el mundo comentaba que estábamos muy bien,  hasta que el hermano del Canijo dijo que ya estaba bien y que tendrían que decirnos la verdad y que para qué iban a engañarnos y… se fue dando un portazo. ¡Qué familia más peculiar!
Llevamos doce cuplés, una rumbita y un pasacalles. Yo creo que está bien. Los cuplés son de todos los colores y de todos los temas aunque, bueno,  bueno lo que se dice bueno llevamos uno o ninguno. El estribillo más que pegadizo es castigadizo, pero lo que la naturaleza no da Salamanca no lo presta. La experiencia me ha servido para admirar aún más a los autores.
Estuvimos viendo el Pregón. El Largo es un fan de Martínez-Bares desde siempre. Personalmente, pienso que lo mejor que ha hecho fue aquel año que le dieron un tercero con Los Templarios. Se va a notar que soy partidario. Vaya tesoro que nos regaló el Niño. Fuimos de pirata como había  pedido el pregonero, menos el de siempre, el Canijo, que se disfrazó de Cuasimodo para empatar, aunque  parecía Pumuki, o una tortuga. Se puso  a hacerse fotos en la Catedral con los turistas y las cobraba a 5 euros. ¡Se ha forrado! Están locos estos guiris.
De vuelta del pregón ya estaban los patosos del tour del botellón en la calle. Esta gente empiezan a coger la tajá en carnavales y la terminan en Pamplona en los sanfermines, pasando por las fallas y las ferias. Además de los concursos de romancero y de tablaos tiene que haber en Cádiz uno de meones por que no veas cómo está todo. Pero estas huestes de indeseables  no van a poder con nuestra ilusión. ¡A la calle! que ya es hora de pasearnos a cuerpo
Tenemos montado nuestro cuartel general en casa de Peri porque está en la calle Santa Inés, que como todo el mundo sabe, es sitio de muy poco tránsito. Allí  hemos dejado las fotocopias de las coplas, –primera y segunda parte–, y el avituallamiento.
Estoy muy orgulloso de ellos. Ha sido pintarnos dos coloretes y hemos salido  a por todas. Ese Noni con movimientos chirigoteros impensables en él; Perico cantando sin mascar letras; Rakel con su voz de camionero haciendo que participe  la gente; Chollo con los ojillos entreabiertos canturreando con chentimiento gaditano; Pacoli con su trozo de mostrador haciendo pasacalles; el Largo igual de lacio que siempre… en fin dando lo mejor de cada uno y defendiendo a muerte un repertorio y un tipo indefendibles.
Primera parada en el Oratorio de San Felipe Neri. Quillo, atentos,  que la gente se para a escucharnos. Despacito y suavecito que no hay que chillar. Venga, señores, vamo a darle. Tratatarata…. ¡jiu!  .
Continuará…