Actuación de la chirigota de Los Molina, 'Los Sirenitas', en 2018.

Carnaval de Cádiz

Carnaval de Cádiz: ‘Los sirenitas’ reaniman al muerto

El ánimo y empuje de la chirigota de Los Molina salvan una noche diabólica

Por  7:40 h.

Y a última hora llegaban las ambulancias de ‘Los sirenitas’. Con el Falla en coma de supino aburrimiento, los sanitarios chiclaneros reanimaban al muerto y le devolvían el color al cuerpo. A golpe de bombo despertaban los oídos, los acordes de guitarra elevaban el alma y las voces recomponían el corazón que amenazaba con hacerse añicos. Un poco de oxígeno que salvaba una noche terrible, diabólica, que a cada paso confirmaba el ‘Carnavalcidio’ en una travesía directa al averno.

 

Por suerte de Chiclana ya no sólo gustan los chicharrones. Esta chirigota apasiona. El punto de simpatía es tal que poco importa lo que salga por su boca, porque no es lo que dicen, sino como lo dicen. Con rabia, empuje, gracia, fuerza, desvergüenza… Esta ambulancia llegará, tarde o temprano, pero llegará.

 

1.- ‘El diablo se viste de coro’: Nandi Migueles regresa con nuevas voces y se resiente el conjunto. Irregular actuación, un efecto aumentado también porque la fuerza de los instrumentos se impuso a las gargantas. La música es buena y si mejoran en los siguientes pases cambiará esta percepción.

 

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2.- ‘Por si las moscas’: La chirigota de Mérida se ganó al público, especialmente al extremeño, con mucho desparpajo sobre las tablas y una música original. Gustó mucho el segundo cuplé bromeando con el final del popurrí de Martínez Ares. Simpáticas las sombras.

 

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3.- ‘Comparsa la travesía’: Con dignidad terminaban su actuación estos comparsistas malagueños de Alhaurín el Grande, y eso que comenzaban con ciertas imprecisiones. Buenos pasodobles.

 

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4.- ‘Los que mueren por su Barbi’: Sorprende que concurse de esta manera una chirigota de Cádiz. Porque han de saber perfectamente la diferencia entre una callejera y una de Concurso, que no estriba en la calidad. Cantaron hasta nueve cuplés, dos en su tiempo y siete en el popurrí. Y no se rió nadie.

 

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5.- ‘Vientos’: Y también de Cádiz. Queda visto y comprobado que el talento no es cuestión de origen. Jóvenes, con mucho tiempo por delante para mejorar y aún así no se sabe si les dará tiempo. Otra actuación de infausto recuerdo.

 

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6.- ‘Los Sirenitas’: La chirigota de los Molina tiene un camino bien trazado. Huye de esa filosofía que evita su comparación con el año anterior. Los de Chilana repiten las fórmulas que le dan el cielo porque es lo que sus fieles esperan. Mucha marcha, que hasta a veces impide seguir el repertorio. Un pasodoble que suena a Cádiz, añejo, con letras verdaderas. Y un popurrí en el que incitan a dejarse el alma a todo aquel que escucha.

 

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