Cantidad y calidad se dieron la mano en la clasificatoria

Anñalisis

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Antes de que se cerrase el plazo de inscripción para el concurso de agrupaciones del Gran Teatro Falla revoloteaba en el ambiente la sensación de que este año se iban a presentar más grupos al certamen de coplas, debido a que no había la premura de tiempo para elaborar los repertorios que tuvimos que sufrir en 2008. Ese hecho fue un gran inconveniente para los autores que, en el caso de hace un año, llegaron incluso a utilizarlo como excusa a la hora de valorar sus propias propuestas.

El tiempo le dio la razón a los que pensaban de esta forma y se apuntaron un total de 148 grupos entre las distintas modalidades de adultos, lo que suponía una cifra superior a la de hace aproximadamente un año. Además, posteriormente, no hubo muchas bajas y tan sólo tres de ellas decidieron finalmente quedarse en casa y no presentarse a concurso.

Uno de los mayores saltos cuantitativos se produjo en la modalidad de coros. En los años precedentes la media de los presentados rondaba los 14 ó 15. Sin embargo en este caso, y después del malentendido inicial, han sido un total de 17. Y el incremento cuantitativo ha venido aparejado de un aumento en la calidad en el mundo del tango. Bien es cierto, que como suele ocurrir, los grandes se han guardado lo mejor de sí mismo pero, de todas formas, ya han mostrado grandes maneras en esta fase clasificatoria. El defensor del máximo galardón ha demostrado que viene como siempre y con fuerzas para tratar de batir el récord de primeros premios que él mismo posee. El segundo premio de Kiko Zamora, aún guardando arsenal, ya denota que gana fuerza musicalmente en el tango con su aportación y el coro a pie llega incluso mejorado, aunque este año ha perdido el factor sorpresa. Donde más se nota el salto de calidad es en el grupo de aspirantes. Así sucede, por ejemplo, con el coro de Valdés que ha protagonizado la grandiosa anécdota de esta primera fase al cantarle un cuplé al tornado que nunca existió. Lo mismo se puede decir del coro de la peña lasaliana viñera, gracias a la brillante obra que dejó José Luis Monzón. Como cabía esperar el retorno de Nandi otorga más caché a la modalidad. El resto mantiene el nivel.

En la modalidad de comparsas quizás se podía esperar algo más a priori. El mayor ascenso cualitativo viene protagonizado por Voces de Tino Tovar, que ha crecido considerablemente a tenor del respaldo conseguido por crítica y público. El grupo de Los Carapapas sigue fiel a su estilo y, después de lo escuchado en el primer pase, parece que no ha sufrido el síndrome de los primeros premios. Llama la atención la buena acogida que ha tenido la comparsa de Antonio Martín en el cuarenta aniversario de coplas del autor en la casa de los ladrillos coloraos. Lo mismo se puede decir de la comparsa de Luis Rivero que, con un gran toque de gaditanismo, también apunta muy alto, al igual que Los Majaras de El Puerto. Muy buenas sensaciones ha dejado igualmente el grupo de Jesús Bienvenido que, después del factor sorpresa del pasado certamen, ha logrado mantener el listón. Las otras punteras se mantienen en la misma línea. Es el caso de Juan Carlos Aragón, Los Gitanos, Quiñones o el grupo de Nene Cheza. La aportación más agradable viene de la mano de De un plumazo, que procede, en gran parte, de la antigua banda del colorete y que ha notado positivamente la colaboración de José María Barranco. Se agradece el regreso de Villegas y de la comparsa de Chiclana. Las grandes sorpresas han venido del campo de Gibraltar por el nivel mostrado por los grupos de Algeciras y Tarifa, así como por la comparsa femenina de Sevilla.

En chirigotas, el Salón de Belleza apunta muy alto y los autores mediáticos da la impresión de que vienen fuertes. Es el caso del Selu y El Yuyu que han compartido elogios después de su primera actuación. Muy bien viene, al menos tras el primer pase, la chirigota de Vera Luque y el Sheriff y El Love también parecen que se ha superado con respecto a 2008. El Canijo lo ha bordado con el tipo, mientras la chirigota de Manolín continúa en esa línea que tan buenos resultados le ha dado en los dos últimos concursos. Las sorpresas agradables han llegado con Los robó de cocina, que ya adelantaron grandes maneras con Los de la carpa y, sobre todo, con Huele a ropero, la apuesta de Juan Antonio Bocuñano que ha causado una enorme sensación en clasificatorias. Lo mismo se puede decir de Pa un desavío aquí está el tío, Las barconeras, Los mimosos o Los Taranto Raptors. Ha gustado mucho el clasicismo del pasodoble de El niño de las monjas y Faly Verdugo regresa a cuartos. El resto de clasificadas están en la línea mostrada en 2008.

En la modalidad de cuartetos poco o nada que añadir con respecto a años anteriores. El Gago y El Morera parecen condenados a luchar por el primer puesto y, sólo a medida que avance el concurso, se podrá vislumbrar quien se va a llevar el gato al agua. Ha gustado mucho el de Miguel Ángel Real, que se enfrenta al reto de mantener el nivel.