José Luis Bustelo regresa. Otra vez. Desde que anunció su retirada en 2005 con ‘Los acuarelas’ (27 años cumplía por aquel entonces) le persigue esa cantinela. Ya un tanto aburrido hacer broma de ello pues alcanza los 40 años en este mundo. Bustelo vuelve y es que “en Carnaval no te puedes ir porque no te dejan. Tienes que ser muy sieso con la gente que te llama”, comenta el músico. Lo hace con su amigo, Jesús Monje, “un tipo que me cae muy bien, que es cariño y afectivo, muy alejado de la fama que le han puesto algunos carnavaleros”. Y lo hace con la comparsa ‘La tierra de la alegría’, la denominada comparsa de ‘los artistas’. “No me molesta, pero sé que muchos lo utilizan el apodo de manera despectiva”.
Varias cosas. Las entrevistas con Bustelo están llenas de palabras como de notas los compases de sus melodías. Ya ha asumido las bromas sobre su despedida y sus eternos retornos. “Yo me despedí definitivamente en 2005 con ‘Los acuarelas’, y al año siguiente fui jurado. Pero los amigos siempre me han pedido cosas. Mosquera y Joaquín Quiñones me convencieron para la música de ‘La pensadora gaditana’. Y ya que me ponen vestido de limpio los cua1tro payasos de turno, pues hago lo que me da la gana”. Por eso entró de nuevo en la cadena. “Luego me pidieron mis hijas que su ilusión era que saliera con ellas, y no les iba a quitar el capricho por cuatro tontos”. Acepta casi todas las bromas con deportividad. ‘Casi’ todas. “En una copla hablaron de mi hija y no me gustó. Ahora, la chirigota de Julio Iglesias me llama ’embustelo’. Lo gracioso es que los que te dicen eso son los que en verano me vienen a pedir cosas, y cantan coplas que no existirían si me hubiera retirado.
“Dicen que es la cuna de la libertad, pero uno está demasiado controlado. Por eso llevo cuatro años sin pisar el Teatro, sólo para cantar. Lo sigo por la tele, no me gusta el ambiente de fanatismo”, reflexiona un Bustelo que es historia viva del Carnaval y uno de sus mejores músicos. Un gran aficionado pese al hastío que le produce esta nueva forma de entender la fiesta. “A mí me gusta todo, hasta los coros, pero por circunstancias se me ha dado mejor la comparsa. Hacer reír y caer bien es lo más complicado, y la comparsa es más relajada y tranquila”.
La comparsa donde hay más artistas
Sabe que su agrupación es peculiar pues cuenta con muchos rostros conocidos, pero le resta importancia: “Se ha exagerado un poco. Kiko (de los Caños y Kiko y Shara) nunca ha estado en la comparsa, y Salvi empezó pero se retiró por culpa del trabajo. Sí es verdad que están Andy, de Andy y Lucas, Carlos Mera, Paco Pellejo, ‘Cuartokilo’. Más que artistas son gente conocida en el Carnaval. No me importa, pero sé que a veces se llama así de forma despectiva”.

José Luis Bustelo.
Es buen momento para recordar las palabras de Kike Remolino, que entiende que las voces de Paco Pellejo y Tony el Piojo ya no están de moda, no tienen sitio en la nueva tendencia. “No quiero entrar en polémica, pero tiene un poco de mala intención, porque los estilos y las formas no deben decidirse a las conveniencias. Si los tengo en mi comparsa valen, y si no pues no valen. Paco es un tío magnífico y el chaval se ha sentido molesto, al igual que con el popurrí de ‘Los geni de Cádiz’ (donde le dicen a Moje ‘po verlo echao’). Como aficionado no me gusta porque son cosas muy personales”.
Su nueva comparsa tiene su sello aunque la participación de varios. “Todos hemos aportado un poco. El pasodoble es mío, las letras las hemos hecho Jesús y yo, y Pablo ‘Cuartokilo’ ha tenido mucho protagonismo con buenas ideas porque está muy preparado, Todos sin ningún afán de resaltar la titularidad de nadie”. Después de un año en chirigotas, vuelve a su modalidad favorita. Y agradece las diferencias entre agrupaciones. “La comparsa se está poniendo como la chirigota, y hay varias versiones diferentes. A mí me gustan las comparsas de estilo nuestro, que sufran, no la elegancia extrema. Y percibo también que en el aspecto musical se ha dejado un poco al lado y toman mayor protagonismo los grupos”.
Bustelo siempre ha apostado por grupos que cantan con gusto, donde prima la melodía del tenor. Monje y su grupo revolucionaron la modalidad con la aportación de muchísimas voces agudas que alteraban esa línea. Son dos autores bien diferentes; “Nos llevamos bien. Intercambiamos cosas, ideas, gustos, y aceptamos lo que hace el otro. Somos un poco distintos pero el objetivo es el mismo: hacer una comparsa que guste y muy gaditana. Suena aspiración es estar en la lucha, y si no es posible, gustar a la gente”.