Las lágrimas corrían por sus mejillas. Ahora sinceras, y no precisamente por su amigo ‘Manué’. Nada más caer el telón en la segunda semifinal, los chirigoteros sevillanos de ‘No te vayas todavía’ se derrumbaban en los brazos de familiares, amigos, unos entre otros, porque el sueño se mantenía después de tres días de emoción contenida. A muchos se les quebraba la voz y otros, directamente, ni podían hablar y pedían una tregua a los periodistas que intentaban recoger sus manifestaciones.
El tiempo iba recomponiendo la escena y de los llantos se pasaba a las carcajadas nerviosas. Eufórico se encontraba el autor, Antonio Álvarez ‘Bizcocho’, gran aficionado al Carnaval de Cádiz y que nunca esperó encontrar tal aceptación como la de este 2017. “Nosotros cuando entramos en semifinales ya era un sueño. Y llegar y hacerlo bien otra vez, pues imaginad. Ya es que me da igual. Ya es un sueño”, reconocía, sin importarle en ese momento lo que pudiera decir el jurado del Concurso del Falla en esta noche del miércoles.
Aún así, es consciente de que reúnen muchas opciones para estar en la Gran Final del viernes. Sólo hay que ver la respuesta del público, que por primera vez gritaba de forma sincera ‘finalista, finalista’, presionando a los jueces. Nada de campeones, simplemente decir que los quieren ver otra vez.
“Cuando uno pega en una fase, se prepara para la otra. Eso es lo que voy a intentar hacer. Sería torpe si no me preparara para lo que pudiera venir, como he ido haciendo en los pases anteriores”, confesaba el Bizcocho.
Antonio Álvarez, para muchos un recién llegado, lleva varios años trayendo desde San José de la Rinconada buenas chirigotas al Falla aunque con la simple pretensión de gustar y meterse en cuartos de final. Gustaron mucho con ‘Ojú, que cabeza tengo’ o ‘Las chicas de compañía’ (que ni pasaron de fase). Pero esto es otro nivel. Bizcocho se sincera y explica su secreto. “Hacerla a mi gusto. Me pegué muchos años que si pegaban Los Molina la hacía más clásica, porque se ponía de moda, intentando agradar a los aficionados y a los puristas. Y este año dije: voy a hacerla como me gusta, y si cae pues bien y si no nada. Y más fácil no puede ser, a seguir como yo soy”. Vaya si ha caído Manué.
‘No te vayas todavía’ confirmaba su excelente impresión el pasado miércoles 15 de febrero, hace una semana (desde aquel pasodoble a su bombista Alba) y desde entonces no han parado. El sábado sabían que cantarían en semifinales, y el autor señala que “estos dos últimos días han sido mortales. Hemos ensayados este mismo martes antes de venir para el Falla. El lunes ensayamos seis horas. Y es que el pasodoble al Yuyu es de antes de ayer, y el otro de ayer. Y el segundo cuplé también es nuevo”. Su cabeza es la que se encuentra en ebullición aunque tiene una curiosa ayuda. “Uno de los pasodobles de cada pase lo hago a medias con Miguel Márquez, de Antílopez, que me da muchas ideas y nos apoya mucho”. La música es de Manolín Santander, y es que Bizcocho se rodea de los mejores.
Tocaba llevarlo a la escena y la respuesta fue “increible, yo no me lo esperaba así. Lo juro, Me creía que el público estaría como en el popurrí, que ya nos han visto muchas veces porque tiene muchas visualizacion, pero en el resto de cosas ha estado genial, riendo sin parar. Un bastinazo. Sí, es cierto que nos lo atribuyen, lo veremos con el tiempo, pero de momento yo sí que creo que es un pelotazo“.
Hasta el viernes.