ACTUACIÓN EN PRELIMINARES DE LA COMPARSA EL HOMBRE DEL SACO
VALORACIÓN: MALA 
La joven comparsa sanluqueña mostró mucho margen de mejora en todos los aspectos, especialmente en el apartado musical y literario. La interpretación se resintió por la garra desmedida que intentaron imprimir en ciertos compases, poco acorde a las aptitudes vocales del conjunto.
Musicalmente, el pasodoble se asoma peligrosamente al abismo del plagio, precipitándose durante varios tramos antes del trío en melodías que ya pudimos escuchar a Los Ángeles Caídos. En la primera letra, defienden la urgencia de otorgar la medalla de oro de Andalucía para Antonio Martín. De una forma algo agorera, piden que se haga ya, no sea que se haya que dársela a título póstumo, como el antifaz al Peña.
QUÉ ALEGRÍA DE CARNAVAL 
El segundo pasodoble, extrañísimo en su concepción, mezcla maltrato, una defensa del feminismo y una crítica final para la asesina confesa del niño Gabriel. La premisa para tal truculento batiburrillo parece ser que el autor espera que cuando la mujer consiga la igualdad con el hombre no la utilice para ser un asesino de menores como la citada Ana Julia. Ajá.
Cayeron en saco roto ambos cuplés. Trataron de solventar el primero con un cameo de Germán de Onda Cádiz, al que culparon de tener que actuar el primer día por ser la mano inocente en el sorteo. En el segundo, un robot aspirador hace saber a su propietaria que ha encontrado en la casa vello púbico femenino extraño (ellos lo dicen con menos tacto).
>> FOTOS: Comparsa El hombre del Saco en el COAC 2019