
Letra: Juan Miguel del Pino Morales y Antonio Álvarez Cordero
Música: José Antonio Alvarado Ramírez
Paso por Preliminares
Puntuación: **
San Benigno: De eso mismo van, de chunguitos shunténticos a los que el Hermano Mayor quiere rehabilitar, igual que a Pepe el Marismeño. Qué poca vergüenza tienen estos niños, pero hay que reconocerles que lo que dicen lo dicen cantando bien y con una elección perfecta de las músicas. Buena presentación. El primer pasodoble les sirve para explicar que siempre han sido unos chungos, unos futuros delincuentes. Son un caso, rompiendo muebles, un bastinazo. Pero le dicen a su madre del alma que sólo por ella cambiarán de vida. Sólo una madre puede aguantar ciertas cosas. No entienden como la de Asunta pudo hacer lo que, supuestamente, hizo. La segunda letra se la dedican a Froilán, que es un chunguito como ellos. Mirando a sus tíos, abuelos y padres sólo tiene el ejemplo de cómo roba la monarquía. Letra muy dura, muy clara. Los niños hacen lo que ven en casa. Cuplés a su madre que es muy pesada con la comida y a Chabelita. Mucho mejor el primero que el segundo. Están siempre metidos en el tipo. Algunos golpes en el popurrí. Es que estos niños son muy de eso, de golpear. Seguro que pueden hacerlo todavía más fuerte.
El Maligno: Estos chungos, será porque son unos iletrados, la presunción de inocencia no la conocen. Tiran de chiste en cuanto tienen ocasión ¿por qué zeñó, por qué.? Hay que ver lo delgados que se han quedado los pibitos de las botellonas con la drogaína.
Paso por Cuartos de Final
Puntuación:***
San Benigno: De nuevo está aquí Pedro García Aguado, el Hermano Mayor, que tiene toda la cara de Pocoyó. En el primer pasodoble cuentan que no les gusta ir a clase, pero tienen un hermano al que le gusta estudiar, sin ser un lumbreras. Siempre al borde de perder la beca, y a Wert le parece poco un cinco. El segundo se lo cantan a ese peaje que separa a los sevillanos de los gaditanos, con la pérdida de oportunidades que conlleva. Los cuplés bien, pero con remate mejorable. Mejoran. Veremos si lo suficiente.
El Maligno: Hay tanto cambio de música en la presentación que cuando acaba te acuerdas de que no estás escuchando el popurrí. Hay grandes mascamientos de letra.
ANTONIO M. DE LA VEGA