
Localidad Cádiz
En 2011 Ricas y maduras
PRELIMINARES
Nadie podría imaginarse que, siete años después, el Canijo nos iba a traer la secuela de Los que salimos por gusto. Qué maravilla de tipo. En la «placentación», el de Carmona declara que por fin podrá darse el gusto de nacer en Cádiz. Tino Tovar ha vuelto a parir una música dulcísima, pero que no empalaga. Se dirigen a sus futuros papás en una primera letra llena de ternura para proseguir con una dura crítica a ETA y su supuesto fin. Piden a los etarras que vayan empezando pidiendo perdón a los hijos de sus víctimas y, cuando se arrepientan de corazón, para prisión. Los cuplés, graciosos, al muñeco de cera de Undargarin y a Ortega Cano, en cuyo coche debería haber una pegatina de «Peligro, bebe a bordo». El popurri es quizá lo mejor del repertorio, con una selección musical acertadísima. El público ríe cada cuarteta y se emociona con el final. Salen airosos de la siempre complicada comparación con el primer premio del año anterior. Levantada unánime.
Puntuación: ****
PASO POR CUARTOS DE FINAL
Puntuación: ****
La presentación volvió a ser lo más endeble de una actuación más que notable. Tiran de ironía en el buen primer pasodoble, para Fraga, «un hombre muy franco» que no mató a nadie, «sólo firmó». Rozó la perfección el segundo, que cantaron a oscuras para enfatizar la hermosísima letra a las personas ciegas, las que pueden «ver de cerca con sus propias manos» y «ver el alma a través de la voz».«Tú ves más que yo», concluyen. Risas en los cuplés, Frank de la Jungla, que a ver si es capaz de acallar a la alemana de la calle Ancha y los tenis para perder peso. Magnífico de nuevo el popurrí de esta chirigota que apunta muy alto. // Vicente González
PASO POR SEMIFINALES
Puntuación: ****
El Canijo volvió a demostrar que compite como pocos. Las novedades de la presentación, que antes no acaba de funcionar, fueron muy celebradas. En el primer pasodoble, símiles imposibles entre un bebé y un universitario para concluir que este país es un cementerio para la juventud. «Así nos va». En la segunda letra, de una gran sensibilidad, van repasando cada miembro de su cuerpo a medida que se va formando. Los pies para morir de pie, la cara para no poner la otra mejilla, los brazos para los abrazos, la boca para la libertad, los dedos para contar a los amigos de verdad…» El final, que no se veía venir, es un llamamiento a la donación de órganos. Muy bueno el primer cuplé, donde lamentan no haber visto apenas a la pregonera en el concurso. Normal, «es que vive en San Fernando». Deducen que « es nuestra pregonera por la pastori». El segundo, peor, es la continuación del anterior. Consultan en el móvil y les ha escrito la niña Pastori «@gordo cabrón». Con el buen popurrí pusieron el broche a otra actuación completísima. // Vicente González