Música desde el amanecer hasta el anochecer

 

Hiperactivo del Carnaval. Luis Rivero se multiplica, saca tiempo de donde no lo hay para la vida cofrade, lidiar con los comentarios de los que le sitúan en la vida política, escribir el repertorio de su comparsa y desde el año pasado, el de un coro. Ayer actuó éste último, ‘El triángulo’ con bastantes novedades respecto al pasado año y con el difícil objetivo de mejorar el papel de ‘La academia’. Su autor no tuvo ni un minuto libre en todo el día.

9.00 HORAS

El inicio del día de autos para Rivero fue como cualquier otro, aunque con la leve diferencia de tener un pequeño cosquilleo en el estómago. Cada debut en el Concurso lo merece, por más experiencia que se tenga. A las nueve de la mañana Luis ya entraba por la puerta de su clase del Colegio Sagrado Corazón de Jesús, en El Puerto de Santa María. Acabando la jornada, daba clase de Música a los chavales de quinto de Primaria y para calentar motores, qué mejor que ensayar con los chicos unos acordes chirigoteros.  

14.00 HORAS

Nada más sonar la campana, con la clase recogida y los chicos camino de casa, Luis recogía a las dos compañeras con las que vuelve a Cádiz a diario. Antes de irse, en la sala de profesores, sus compañeros le transmitían sus mejores deseos para la actuación de la noche. Y de allí, directo al Club de Tenis frente al Parque Genovés, donde algunos de sus compañeros ya le esperaban para comer. «¿No habrás pensado hoy meter ningún cambio, no?», bromeaba uno de ellos en cuanto Luis se sentó a la mesa. El buen ambiente del grupo es evidente.

17.00 HORAS

Ya en la antigua Facultad de Enfermería, frente al Parque Genovés, se reunen los 45 componentes del coro, diez más que el año pasado, incluidas las mujeres, «que han tardado más porque han ido a la peluquería». Ya vestidos y maquillados, llegó el momento del pasacalles, más largo de lo necesario, para lucirse bien. Las nueve. Clavados. ‘El triángulo’ abre el telón. No será la única vez este año.