Elogio de los postulantes con Macarty al fondo

 

Pobre Macarty la que estará pasando, esté donde esté, si es que tiene que estar en algún sitio. Lo que estará sufriendo con ese Cádiz oé visiblemente jodido, con más pagarés que don José María Ruiz Mateos. Pascual García de Quirós Caballero, ese era su santo y seña. Cadista y postulante. O viceversa, que ambos son oficios humildes y al mismo tiempo esenciales. El postulante de Carnaval es un maestrillo liendres que hace de traidor -agua, vino, cerveza, lo que se tercie-, de vendedor ambulante y dinero. Ahora, algunos, como por ejemplo El Canica de ‘Los príncipes’ de Juan Carlos Aragón, han tenido que incorporar a sus funciones las relativas a las nuevas tecnologías: es el webmaster de la comparsa, que yo no se Macarty si tú hubieras podido serlo, aunque tu ingenio supliera a todos los informes Pisa que quisieran hacerte.

« En la cara oculta de los carnavales -le cantaban los Dioses del Olimpo en el 82-,/se esconde la imagen de un gran personaje./No existe en la fiesta labor más ingrata/que el que sale a postular,/a veces por un real./Con un viejo colaor, gritando a desgañitar./Y entre la gente a empujones/la voluntá que esto es pa los botones./Tienen un don especial/y aunque sea un contradiós/es su honrilla ser sinvergonzones./(.) /Justo es reconocer que no le hacen honores,/ si triunfamos en escena llorara entre bastidores». Y tanto que nunca se le hicieron suficientes honores: aunque una comparsa de Puerto Real homenajeó a dicho tipo en el 99, hasta 2007, la Asociación de Autores no incluyó dicha figura en su palmarés de Lo mejón de lo mejón, aunque desde entonces haya premiado a gente como Antonio Gómez Catalán ‘Chicuelo’ a Antonio Martín Salomón, alias ‘El Pucherito’. Seguro que a ti, Macarty, te habría tocado algún año, si hubieras seguido saliendo cada febrero con el coro de La Salle Viña o con la chirigota de Manolo Santander en vez de subirte a la batea camino del paraíso, cuando en Cádiz no hay más paraíso que el de San Felipe Neri, el del Falla o el del fondo sur del Carranza.

Como también habría tenido sus cinco minutos de gloria José Rodríguez, ‘Pepe El Sopa’, que baila eternamente tanguillos con la pregonera Rocío Jurado y que fue postulante de Paco Alba, no porque no supiera cantar sino porque se olvidaba de las letras. Gloria a los octavillas: Oscar Ruz, Miguel Mellao, El Piru, Rafael Rivas, o Jorge El Negro o muchísimos otros. Por aquello de la Ley de Igualdad, la chirigota de Las niñas, ‘Las chirigóticas’, que este año irán de ‘Las mulatas de la Cabalgata’, también acaban de incorporar a una postulanta llamada Patri, con las mismas funciones que sus homólogos masculinos, aunque dado el tradicional saque de la agrupación lo mismo tiene que currar más aportándoles garrafas de licores nobles.

Eran románticos los postulantes antiguos, con sus viejos libretos por las calles de un Cádiz que les compraba las coplas para recordarlas luego. Pero tiene mandanga tener que vender cedés en los tiempos que corren, cuando el Carnaval seguro que acaba en el top manta, como si fuera el Cádiz, querido Macarty, que anda de saldos y esperando a cualquiera que haga del equipo una copia pirata. «…Nuestros discos gustan mucho/y se venden a montones/y de nuestro último álbum se han vendido cien millones/Pá vender todo esos discos no hace falta/canciones impresionantes/tampoco representante/lo único que hace falta/es un pedazo de postulante….», cantaban ‘Los rockeros de la Puebla’. Y a lo mejor la SGAE hasta tendría que hacerles caso.