Unos ácratas con muy poca vergüenza

Se cierra la sesión con una chirigota de Puerto Real que tiene el difícil papel de cantar tras una de las agrupaciones más esperada cada año. Una tropa de figurantes se mezcla con los componentes de la chirigota puertorrealeña. Por si fuera poco, otros figurantes disfrazados de antidisturbios
aparecen por el patio de butacas para intentar reducir a los hippies
que forman la chirigota. Desgraciadamente, no los detienen y la
chirigota sigue interpretando su repertorio.

Pasodobles críticos con la sociedad los de estos ácratas, como no podía ser menos. Bonito piropo en el segundo de ellos para la mujer de Puerto Real. Antes de la interpretación de la tanda de cuplés se forma una pajarraca tremenda entre los manifestantes y los antidisturbios, que lian a palos y se arrojan cosas en el escenario. Una monería. Los cuplés, cortitos y con sifón y un popurrí estándard de chirigota de nivel medio bajo. Mucho para mejorar de cara a próximos años en un grupo que haría mejor cantando directamente en la calle.