Transformadores de otro tiempo

Esta chirigota portuense no ha conseguido sobresalir de la mediocridad
que está marcando la sesión de hoy, a pesar de que han puesto toda la
carne en el asador.
Venimos diciendo desde el principio del Concurso que las chirigotas, cada vez suenan mejor, pero cada vez tienen menos gracia. Eso ha ocurrido con este grupo, que se ha preocupado mucho más de sonar bonito que de hacer reír al público, algo que se está convirtiendo en tónica habitual, con el consentimiento de una afición que por momentos olvida el fin último de las chirigotas, que a pesar de poder tomarse ciertas licencias en los pasodobles, sigue siendo el de hacer reír a los que las escuchan.