Proscritos… pero no del Falla

Corta presentación, pero agradable. Primer tango dedicado a los diferentes antifaces que hay en el Falla, “Hay quien tiene cuatro años y para mí son 33, y gente con 25 que sólo cumplieron tres”, una crítica al hábito de medir la calidad carnavalera de las personas con insignias y distinciones. En el segundo, rebaten a quienes “me tachan de ateo sin saber lo que yo pienso o lo que yo creo” y defiende la figura de la buena persona frente a los devotos “para entrar en el cielo cuentan los actos y no los trienios vestido de penitente”. No demasiado potentes los cuplés, a los que le falta un pellizco de salero, lo mismo que al estribillo.
El popurrit se hace largo, le falta un poco de ritmo y no acaba de sonar todo lo redondo que debiera, aunque tiene buenas cuartetas, sobre todo en su parte final, cuando comenta aspectos de su vida personal y valora el papel de la mujer en ella.
Un buen coro, pero que lo va a tener muy pero que muy difícil para llegar más lejos.