Los mocos más divertidos

Divertida presentación de estas cascarrias gaditanas que salen directamente de una enorme nariz que tienen como forillo. Vienen a defender a sus familiares y denigran a todo aquel que se meta el dedo en la nariz y les pegue puñaladas con el dedo chico. En el primer pasodoble declaran que se alimentan de todo lo que huele a Carnaval. El final es apoteósico musicalmente, y es que el Noly es un artista en estas lides. El segundo pasodoble levanta a algunos espectadores de sus asientos. El color del dinero es el que manda y cuando muere un futbolista o un torero hay grandes muestras de dolor, pero en Barbate murieron por cuatro boquerones y ni siquiera se han encontrado los cuerpos. La idea es buena, pero repetida con pasodobles de anteriores agrupaciones de Manolo Santander. Los cuplés han sido muy originales, como toda la actuación. El primero de ellos afirma que como pongan multas por fumar grifa en el Carranza se acaba la deuda y se termina la temporada con superávit. El segundo cuplé cuenta la historia de su niño, que se tragó un dado del juego de la oca y cuando el médico lo vió defecarlo le dijo “que cague otra vez, que le ha salío un seis y le toca”. El estribillo es de nivel bajo, no ha terminado de llegar al público.

En el popurrí, la chirigota se crece. Plagado de buenos golpes de humor, merece ser escuchado más veces para no perder detalles que hoy se han dejado de oír por las risas del público. Qué bien debe vivirse en la nariz de Rossi de Palma, afirman tras contar que en la de Maradona hay muy mal tiempo y nieva mucho. No falta la típica cuarteta hablada de todos los años, algo que, sinceramente, debería evitarse porque cansa al público. De todas formas, no resta nivel a un gran popurrí cascarrioso.