La magia llega de La Isla
Unos brujos, o más bien brujas (en el buen sentido de la palabra) han
aterrizado con sus escobas en el Falla para piropear a Cádiz y
ofrecerle sus tangos, en los que no han dejado pasar la oportunidad de
recordarle a Cádiz que “ríe por no llorar”.
Toda la escuela de magia de Harry Potter se ha desplazado hasta el Falla, o al menos lo parece por el número de integrantes de este coro, que llenan el escenario de extremo a extremo.
Bonita música de tango, con un punteado fino y muy gaditano. El dedicado a la desidia de los gaditanos a la hora de defender sus cosas, muy bien elaborado, con espíritu de autocrítica.
Buen papel en los cuplés y el popurrit, aunque como ocurre muchas veces, más en unas modalidades que en otras, se hace un tanto largo, a pesar de la buena afinación (aunque aproximadamente por la mitad tuvieron un desliz) y la puesta en escena, en la que desde el principio han jugado un papel importante los juegos de luces que han complementado la actuación de los coristas.
Quizás se he echado en falta una mejor elaboración de las letras y más claridad en la dicción, pero tampoco se puede decir que haya sido una mala actuación.
aterrizado con sus escobas en el Falla para piropear a Cádiz y
ofrecerle sus tangos, en los que no han dejado pasar la oportunidad de
recordarle a Cádiz que “ríe por no llorar”.
Toda la escuela de magia de Harry Potter se ha desplazado hasta el Falla, o al menos lo parece por el número de integrantes de este coro, que llenan el escenario de extremo a extremo.
Bonita música de tango, con un punteado fino y muy gaditano. El dedicado a la desidia de los gaditanos a la hora de defender sus cosas, muy bien elaborado, con espíritu de autocrítica.
Buen papel en los cuplés y el popurrit, aunque como ocurre muchas veces, más en unas modalidades que en otras, se hace un tanto largo, a pesar de la buena afinación (aunque aproximadamente por la mitad tuvieron un desliz) y la puesta en escena, en la que desde el principio han jugado un papel importante los juegos de luces que han complementado la actuación de los coristas.
Quizás se he echado en falta una mejor elaboración de las letras y más claridad en la dicción, pero tampoco se puede decir que haya sido una mala actuación.