El código pone el Falla patas arriba
Éxito arrollador de El código da Viñi, que ha puesto en pie al Teatro
con sus compases de chirigota clásica y sus letras llenas de ingenio y
de gracia. Después de su presentación, han dedicado el primer pasodoble a los diferentes tipos de mesa que ha habido a lo largo de la historia, desde la de la última cena a las mesas para negociar, pasando por las de declarar guerras. Para terminar, advierte del peligro que conlleva sentarse en una mesa según con quien, pues te pueden vender “por 30 monedas”. El segundo pasodoble, muy bonito y en el que han recitado parte de la letra, para la música y sobre qué harían sin ella.
Los cuplés, muy ingeniosos; el primero sobre una confusión en el hospital al darle a su hijo recién nacido, proponiendo al final una curiosa solución. En el segundo, cuentan lo que les ocurrió un día que se llevaron a un mendigo a su casa en nochevieja.
El popurrit, muy divertido y con muchos golpes de gracia.
El público los ha despedido puesto en pie y con gritos de ¡chirigota, chirigota!. Se lo merecen.
con sus compases de chirigota clásica y sus letras llenas de ingenio y
de gracia. Después de su presentación, han dedicado el primer pasodoble a los diferentes tipos de mesa que ha habido a lo largo de la historia, desde la de la última cena a las mesas para negociar, pasando por las de declarar guerras. Para terminar, advierte del peligro que conlleva sentarse en una mesa según con quien, pues te pueden vender “por 30 monedas”. El segundo pasodoble, muy bonito y en el que han recitado parte de la letra, para la música y sobre qué harían sin ella.
Los cuplés, muy ingeniosos; el primero sobre una confusión en el hospital al darle a su hijo recién nacido, proponiendo al final una curiosa solución. En el segundo, cuentan lo que les ocurrió un día que se llevaron a un mendigo a su casa en nochevieja.
El popurrit, muy divertido y con muchos golpes de gracia.
El público los ha despedido puesto en pie y con gritos de ¡chirigota, chirigota!. Se lo merecen.