Un veterano rodeado de jóvenes y vestido de anciana
Nene Cheza ha apostado por los contrastes este año. Su comparsa, ‘La bicentenaria’, representa a una mujer viejísima, como Cádiz, con todas las metáforas que se quieran intuir por el 200 cumpleaños de la Constitución aprobada en el Oratorio de San Felipe Neri. Sin embargo, para encarnar ese personaje con imaginarios siglos de vida, se ha rodeado de un grupo de juventud sorprendente. La mitad, podría confundirse con una comparsa de juveniles por la envidiable edad de sus componentes.
El coautor y representante del grupo lo tiene claro: «Este año no tenía decidido si salir o no, quería cambiar y me animé por estar rodeado de unos chavales que lo han dado todo. Si a un veterano le dices que se va a vestir de vieja, te manda por ahí. Sin embargo, este grupo ha puesto un empeño, una disciplina y una implicación totales. No han fallado ni un momento. Necesitaba un extra de ilusión y de fuerza. Y eso, sólo te lo puede dar la gente joven».
El reto de avejentar a chavales que están en la veintena requiere horas de trabajo. Desde las cinco de la tarde de ayer, un amplio equipo de maquilladoras profesionales se afanaba en convertir en abuela a gente con aspecto de futbolista de paisano. Máscaras de látex colocadas con paciencia de artesano y pinceles dan un sorprendente realismo a las arrugas, que luego se maquillan. Pelucas, gafas, bastones, hasta sujetadores con relleno… Ni un detalle faltaba en una caracterización más cercana al cine que al Carnaval.
Con ese tipo, Cheza defiende un repertorio en el que cree, con el que está «muy a gusto». Va confiado en las letras, en la música, en el repertorio completo y «vamos para intentar ganar porque yo no me presento a un concurso si no es para conseguir lo mejor. Luego, ya se verá, pero mi intención es esa». Tras 17 años con Quiñones, tras haber conocido las comparsas de ‘élite’, admite que «hacen falta ‘otras’ cosas también para ganar», pero la ilusión no se la quita nadie.
Ni siquiera la falta de aparcamiento. Ayer, para empezar a maquillarse, necesitó más de una hora dando vueltas con su furgoneta, de la empresa de electrodomésticos que tiene en Hornos Púnicos, en San Fernando. Si no hay sitio, ya lo buscará con un grupo de jóvenes convertidos en ancianas.