Antonio Rivas: Toda la vida profesional y carnavalesca mirando al Falla

 

Hay pequeñas casualidades en la vida que marcan de forma indeleble la personalidad de cada individuo. En el caso de Antonio Rivas esa casualidad tiene nombre de santo: San Rafael. Justo en esa calle en la que colisionan los barrios de La Viña y El Balón nació. Y es esa calle en la que trabaja y también la que enfila cada vez que tiene una cita con las tablas del Gran Teatro Falla.

Rivas es promotor inmobiliario, junto a su mujer y un compañero gestiona asuntos relacionados con el cobro de rentas, alquileres y otras cuestiones relacionadas con el sector de la vivienda. Su actividad diaria es intensa, la montaña de papeles en su mesa lo atestigua, pero aún así saca tiempo para su gran pasión, el Carnaval.

Antonio Rivas vuelve este año a hacer doblete en el Concurso. Y lo más curioso es que esta vez los dos grupos que cuentan con su autoría cantaron en la noche de ayer.

Este año se cumplen 30 desde que empezara en el mundo del Carnaval. «Con 16 años salí en una comparsa juvenil y nos llevamos un cuarto premio, y llevarte un premio la primera vez anima mucho». Tanto le animó aquella primera experiencia que desde entonces no solo ha sido intérprete, sino que además ha escrito para grupos de la calidad de los de Adela del Moral (antiguo coro mixto) o Manolín Gálvez, además de los 21 años que lleva formando tándem con Julio Pardo y los últimos en los que escribe para los Majaras de El Puerto.

Tiene claro que si alguno de estos dos grupos le diera a elegir entre uno y otro, se quedaría «con el otro». Es lo que se conoce como un «fatiga» de la fiesta. «No entiendo a los autores que escriben un repertorio el mes antes de actuar. Yo estoy todo el año dándole vueltas a las letras, a los tipos. Ya tengo pensado el tipo de la comparsa para el año que viene, y para el coro tengo que hablarlo con Julio, pero también tengo ideas», comenta.

Este año se enfrenta a un nuevo reto con sus grupos después de que en la pasada edición del Concurso se quedara fuera de la Final, algo que no le pasaba desde hace dos décadas. Las expectativas, tanto con el coro como con la comparsa, son las más altas. Ambos tipos son arriesgados, especialmente el de la comparsa, aunque «el tipo de Jesucristo lo conoce todo el mundo, ahí no habrá problemas», dice.