Mes internacional del miajón apretao
Alex
 Janawey comentaba esta anécdota de cuando era tierno infante en la
 Juntechion Sechion of Panechion, que traducido resulta, la jornada
 inaugural del mes internacional del miajón apretao, una celebración
 fijada por la Unesco (sección de panadería y picos en general), para
 tratar de que no se extinga en el mundo el pan de miajón apretao, que
 como la ballena, está en franca regresión.
LA VOZ del Carnaval, y desde aquí quiero aprovechar
 para agradecer a la directora Lalia González Santiago su sensibilidad
 con este tema, ha querido unirse a esta celebración y en las
 puntuaciones que otorga a las agrupaciones que pasan por el escenario
 del Teatro Falla, utilizará un baremo basado en diversos estadios
 panarios que irán desde el máximo exponente del miajón apretao en
 Cádiz: la telera de Medina de dos kilos, hasta el singular pan de
 shangüi sin corteza, que es como la parábola del ser incompleto. El pan
 con corteza sería igual que el hombre sin orejas, un monstruo panadero.
Sir Alex Janawey al ser informado sobre la iniciativa
 del periódico gaditano ha tenido a bien nombrar a LA VOZ del Carnaval
 como diario oficial de la Juntechion Sechion of Panechion para la
 Europa de más pabajo del Estatut, lo que agradecemos profundamente.
Entrando en lo que es la clasificación en sí diremos
 que a las mejores agrupaciones del concurso le será otorgada la
 calificación-distinción de telera de Medina de dos kilos. Cierto es que
 en la provincia existen teleras de gran calidad. No debemos olvidar la
 de Benalup, o la del Puerto de la Parada o la muy noble telera de
 Zahara de la Sierra, que cortada a dos deos de gorda es capaz de
 chuparse litro y medio de aceite de la Sierra, sin perder la
 compostura, pero bien es cierto que la nativa de Medina ha logrado
 granjearse cierta fama como el alfajor…Medina sin duda alguna es un
 pueblo engollipante.
Las agrupaciones que destaquen, aún sin ser de
 calidad extra, como las naranjas Navelate, que siempre son de calidad
 extra, obtendrán la telera pero en su variedad de a kilo. Es cierto que
 es telera, pero tiene menos prestaciones que la de dos kilos. Llevado
 al terreno del marisco sería como distinguir entre el langostino de
 Sanlúcar y el gambón del Orinoco. Como diría Alejandro Sanz, no es lo
 mismo y como diría El Peña: No tirarme bocadillos de jamón que me puedo
 mosqueá. 
Para aquellas agrupaciones que aprueban, pero sin
 sacar nota, hemos elegido la figura del cundisito, un pan con apellido,
 porque siempre se le ha llamado cundisito de a cuarto (cuarto sería su
 padre). Quizás he heredado este gusto por la panadería porque cuando
 era pequeño para dormirme, mi madre me leía, en vez del Principito, la
 versión gaditana del cuento: el cundisito, las aventuras de un pequeño
 pan del horno de la La Torre que soñaba con subirse un día a la torre
 de la iglesia de San Antonio y gritarle a Cádiz: ¡Qué quereis
 desayuná!. Jamás consiguió la hazaña porque el cundisito carecía de
 piernas y el cura nunca quiso ponerle un ascensor, el muy…cristiano.
Entrando ya en terreno resbaloso, entramos en los
 panes que han perdido la característica de ser de miajón apretado.
 Sería esta la clasificación para aquellas agrupaciones que no llegan al
 cinco con que sueña cualquier niño de bien en el colegio. El pan de
 shangüi sin corteza hace el ridículo totalmente ante un plato de
 menudo. Un hombre o mujer, o uno de en medio, que metiera pan de
 shangüi sin corteza en la suprema de las salsas sería señalado por la
 sociedad y serviría de cachondeo, como la visita de Rajoy a
 Cádiz…Esperame Rajoy que te voy a poné una firma como una empanada de
 la Catedral y cuando me pida el DNI te diré guan, tu, fri…tiriri,
 tiriri. 
Finalmente, para las agrupaciones tipo tú ya me
 entiende hemos reservado la mayor de las crueldades: el hombre sin pan,
 el hombre a régimen estricto, que es la peor de las situaciones, el
 tener que conformarse, después de haberse comido un bacalao en tomate,
 con pasar el deo por el plato y rebañar con el índice. 
De esta manera queremos contribuir a que el miajón
 apretao, el de esa rodaja de pan que cuando la coge parece que estás
 haciendo pesas, no se pierda, porque su pérdida, con los años llevará
 también a la desaparición del menudo y qué sería de la vida sin menudo.
 Como bien diría Sir Alex Janawey: Ji jaindri development in especial
 cap, es decir: qué es la vida si no hay pan pa mojá.