La pisha de debate
Queda
buscar un catedrático, el gran pamplina de Cádiz, para que se ocupe de
ordenar los estudios y, de vez en cuando, sacar alguna publicación.
El último gran debate suscitado en la ciudad es sobre
la pisha de los pishas y esto ha generado en Cádiz importantes charlas
que suelen tener siempre por testigo o un café con leche, una Cruzcampo
fresquita, o un Chiclana en vaso de cristal.
Debo confesar que el otro día en el Falla fue la
primera vez que me encontré con 12 pishas delante mía. Nunca había
tenido esa experiencia, lo confieso ante el mismísimo San Juan Bombista
y claro lo que le pasa a uno es que no sabe que hacer. ¿Debe reírse uno
con 12 pishas delante? ¿Se creerán que me estoy riendo de ellas y
pensarán…presumido? ¿Debe mirar uno a su vecina para ver que hace
ella?, ¿debe uno indignarse y llamar a un guardia para que las detenga?
¿Y si las detiene como las esposa?
Para colmo las 12 chirigoteras pishas se muestran
desnudas. Ni tan siquiera los autores le habían puesto una pudenda
rebequita, ese artilugio tan de Cádiz que tan buenos efectos hace
cuando corre el relente en las tardes de Primavera-Verano de El Corte
Inglés.
Pero el colmo era que, además, las pishas cantaban.
Yo me dirijí a mis compañeros y compañeras de pupitre, ¿Tú…alguna
vez? No yo, no, decían todos muy seguros, pero yo pensaba para mis
adentros…pero el que haya estado delante de 12 pishas tampoco lo va a
decir.
Ha habido opiniones, de algún chirigotero de Sevilla
diciendo que si ellos llegan a traer ese tipo les hubieran echado, pero
es que el chirigotero hispalense debe de tener en cuenta que las pishas
son genuinas de Cádiz. No hubiera pasado nada si trajeran desde Triana,
los miarmas, todo el mundo lo comprendería, pero traer los pishas sería
como si nosotros nos apropiáramos de La Giralda y la pusiemos en la
plaza de Fray Félix.
El debate pishista es de los que gustan en Cádiz.
Discutir de pamplinas es un debate que nos encanta en la ciudad. No
comprendo yo como aquí no surgen esos estudios tan interesantes que
siempre vienen de la Universidad de Yale, de Minesota o la de
Wisconsin, esas cosas tan informativas sobre la velocidad a la que
andan las hormigas culonas a las cuatro de la tarde y que establecen
que este especimen camina más por la mañana que por la tarde o esos
otros que dicen que 3 de cada 5 personas enseñan los dientes cuando se
ríen y los estudios esos de evidencia, cuatro de cada 4 personas habla
por teléfono por la boca y escucha por las orejas y después dice que
para llegar a esa conclusión ha estado trabajando 7 años. Ahora, él
vale, pero ¿y el que le ha pagado los 7 años?
Echo yo aquí de menos estos estudios. Aquí los
universitarios investigan cosas de las que sirven y eso no es
carnavalesco, no permite su uso en el dificultoso mundo del cuplé en el
que cualquier autor tiene que estar al liquindoi para que no se le
escape algo que ha hecho alguien, con total seguridad, para salir en
las coplas. La Universidad de Cádiz tiene que colaborar más.
Sin duda alguna el que ha acertado plenamente ha sido
Rajoy. El tío supo caerse del helicóptero el día justo…porque todos
los autores del Carnaval de Cádiz vieron esa jornada el telediario y le
han escrito al pellejazo de la gaviota.
Las investigaciones científicas del mundo se dividen
en dos clases. Las que son para los documentales de la dos y las que
son para cuplés. En cada caso hay que saber cuando publicar los
resultados. Por ejemplo, si un grupo de investigación hace un estudio
sobre cuantas lonchas pueden llegar a salir de una butifarra de
Chiclana, sabe que los resultados tienen que hacerse públicos en
octubre, de lo contrario en el Falla no tendrá ninguna trascendencia y
no habrá cuplés sobre el tío que enlosó su cuarto de baño con los
pellejos. Otro estudio bueno podría ser las posibilidades de reciclaje
y segundos aprovechamientos de las cuerdas de las morcillas. Se podrían
hacer, por ejemplo, cordones para los zapatos y el tío todo el día
oliendo a morcilla. Qué te den morcilla, qué te den morcilla, parece
que va repitiendo el tío cada vez que anda.
Y de la utilización de los chicharrones cucurruitos
caducaos como sustituto de la piedra ostionera, ¿qué me dicen ustedes?
No se podría restaurar la iglesia de La Palma con piedra chicharronera.
No se hablaría de otra cosa. Mushasho, porme unos piquitos, para
acompañar la morcillita, pisha.