Enmienda

Ahora que el PP y la Conferencia Episcopal salen juntos, y no hacen más cosas porque sería pecado, es todavía más extraño que los peperianos de Cádiz Sí no ejerzan eso que venía en los catecismos que es el propósito de enmienda. El sábado de Carnaval, con todo los hoteles de la Bahía a tope y gente alojándose hasta en Jerez para vivir la fiesta, el programa volvió a estar vacío, sin ni una agrupación por la calle.El ambiente volvió a estar en Sevilla donde las agrupaciones acuden, primero, por una pésima gestión de Cajasol, que tampoco tiene propósito de enmienda y, segundo, por la falta de reflejos de Cádiz que es incapaz, aceptado el tema de que las agrupaciones oficiales se mueven por dinero, de ofrecerles una contrapartida que les haga quedarse en la ciudad.
La noche del sábado volvió a ser un paseo por las calles de la gente con el único atractivo de ver cada cuantos bares tardaba en parar a tomarse un copazo y comprobar la gran novedad que ha traido este año el Ayuntamiento de Cadizsí a la capital del comercio y que son los elegantísimos puestos callejeros de salchichas…y es que las salchichas con piriñaca siempre han sido un plato típico de la ciudad, como es bien sabido. Esto empieza a ser casi tradicional, el artículo derrotista de la noche del sábado de Carnaval. La culpa no es sólo del Ayuntamiento, es de toda la ciudad, incapaz de obligarlo a que arregle esto. Habría que ver, por ejemplo, que opinión se llevan los turistas que llenan los hoteles. Si se van contentos o se van con la sensación de haber sigo engañados porque lo único que vieron fue el botellón más grande del mundo…¿Querrá el Ayuntamiento apuntarlo en el Jines, como aquellas barbacoas que tanto dieron que hablar, que se las encontraba la gente a la orillita del mar?