El universo contra Cádiz

Nos
tienen envidia, y con razón, por aquello de los tres mil años de
antigüedad, capital del comercio, sonrisa universal, capital de la
vela, ciudad más antigua de Occidente, tacita de plata, escoba de
plata, salero de la Tierra y record guinnes, aunque injustamente
irreconocido, de concentración de muebles bar y aparadores en playa
pública…Este último logro, por cierto, incomprensiblemente no sale ni
en las vallatis pocavergüenzis ni en los intermedios pocavergüenzis de
Onda Cádiz, que también son…pa verlos.

Si
hicieran una foto de la ciudad estoy seguro que saldría como esos
viejos militares ya jubilados que tienen la chaqueta llena de medallas,
que más que una americana parece que llevan puesto en la solapa un
escaparate de Gordillo.

Si Cádiz fuera persona
probablemente sería de uno de esos abuelos un poco insoportables que
cuentan batallitas y que se suben la camiseta, posiblemente enguatá,
para enseñarte las heridas de sus 1001 batallas.

El
último gran ataque que ha sufrido Cádiz ha sido en forma de reportaje
televisivo…cuanta crueldad. Un reportaje emitido en el programa
Callejeros de Cuatro en el que se mostraba, por decirlo de alguna
manera, el barrio de La Viña visto de culo.

Sobre
el escenario del Falla ya se han cantado varios pasodobles este año en
los que esos príncipes que siempre tiene Cádiz dispuestos a sacar su
espada por nobles causas defienden a la ciudad de estos crueles ataques
que tanto la dañan.

La Viña, a la que hemos
piropeado hasta por sus bajantes, transformando la humedad de las
paredes en reflejos de sal y los desconchados de las calichas en
bajorrelieves en los que se vislumbra la imagen de la Virgen de la
Palma, es cierto que ha dejado atrás muchos casos de infravivienda y
que, afortunadamente, las casas han mejorado mucho, pero aún siguen
existiendo miserias, probablemente en un porcentaje no muy superior al
de la media europea.

Pero lo curioso es que
entre nosotros nos gusta alardear de esa Viña subterránea, presumir de
conocer a sus monumentos vivientes, hacer chistes sobre ellos e incluso
llevar a los conocidos a verlos, como si fuéramos al Zoo de Jerez. Sin
embargo, que a nadie de fuera se le vaya a ocurrir mostrarlos porque
será enviado al Infierno en la misma furgoneta en que fue transportado
el Resucitado, otro ataque a Cádiz, esta vez perpetrado por la Iglesia,
que ya ha sido valientemente vengado por nuestros espadachines
carnavalescos.

El Cristianocatolicocapillismo en
Cádiz ha vivido en el último año tres grandes crisis de fe y esta
ciudad es tan curiosa que yo creo que es la única en que el obispo
tiene oposición y además vestida de penitente. Hemos sufrido el intento
de que la procesión del Corpus no fuera por el centro de una calle,
intentando vilmente desplazarla, y además a la izquierda, poniendose al
Santísimo casi a la altura de Llamazares. Los socialistas en demoníaca
connivencia con el Obispado han intentado suprimir la concurrídisima
misa de diez en San Felipe Neri y un cura, cualquiera sabe con qué
intenciones, obligó a los cofrades de Cádiz a llevar al Resucitado en
una furgoneta, como si fuera una mudanza. Además, si por lo menos la
furgoneta hubiera ido a hombro en vez de a rueda podría haber sido otra
cosa.

Pero ahí está ahora el Carnaval para
defender a los capillitas, en la brecha cuando de verdad hay que
defender a Cádiz. Ahora, la verdad, yo creo que los capillitas
deberían, al menos, dedicarle un triduo o un besapié a los carnavaleros
o no sé que la venia este año la pidiera el presidente de la Asociación
de Coristas.

No es la primera vez que Cádiz se
levanta en coplas contra ataques del mundo mundial. Ya organizamos una
cruzada contra Margarita Gutiérrez que osó decir que había mierda en
las calles. Observen que empleo el pasado porque ahora está todo más
escamondao que la vajilla que tiene la familia real guardada para la
Primera Comunión de doña Leonor.

Antes también
se organizó otra gran cruzada contra Camilo José Cela que dudó sobre la
masculinidad de los gaditanos y que le cayeron el mayor número de
pasodobles por metro cuadrado que se recuerda.

Es
una alegría para una ciudad tener siempre a los espadachines de la
copla para defenderla de las grandes afrentas. Así está claro que
cumpliremos otros 3000 años más y como gran ombligo del mundo…por
Cádiz.

Finalmente, perdonen que utilice esta
página para temas particulares, pero es que quería ver si alguien me
presta una televisión con dos pantallas. Es que tengo que ver el
Carnaval, pero claro quiero estar atento al programa Quiero Ser
Millonario por si sale Miguel Osuna, el ex delegado de la Zona Franca.
Mi duda es si en la camiseta que lleve pondrá: Manolo Rodríguez de
Castro, no te olvidamos. Qué bueno está el atún encebollao de Quality
Fú o Teófila Martínez, tú serás mi comodín del teléfono. Animo, Migué,
tó Cádiz está contigo.