Casa fundada en 1984

En los papeles de envolver de las pastelerías de postín siempre pone… Casa fundada en el año nosecuanto, cuanto más antiguo sea el nosecuanto, mejor. Es como un símbolo de prestigio como diciendote: Quieto ahí, el palo de nata que te estás comiendo está así de bueno porque el viejete que lo hace, ese con el pelo blanco a juego con el delantal, lleva ya 25 años con lo mismo… no le van a salir bien.
Yo soy mucho de palo de nata. Tiene muchas más ventajas que el pitisú. El palo de nata es, más que piti, maxi. El pitisú se come de dos bocaos y el palo, pues tiene lo menos cinco y el de La Camelia tenía hasta seis… que ese tema lo tenía yo muy controlado. En definitiva el palo de nata es un maxisú y ya puestos a pecar, pues mejor pecar en condiciones, a lo grande.
La chirigota del Love también es como esas confiterías: casa fundada en 1984 y la calidad la trae ya puesta, desde que se abre el telón ya huelen a merengue del bueno y sus durses siempre saben bien, aunque un año le salga la crema del pitisú un poquito líquida y otro esté para comerse un pastelito del tamaño del casco del Americo Vespucci. Siempre se ha dicho de esta chirigota que son lo que mejor defienden un repertorio y dominan el escenario, que con sus improvisaciones levantan al público, pero hay muchas claves más. A mí, la que más me llama la atención es que varían poco sus componentes, señal inequívoca de que se lo pasan bien y otra de las cosas, que delata mucho su forma de ser, es eso de «la agrupación» cuando hablan de autorías de letras. 
Por si fuera poco son una agrupación a la que se les suele ver por la calle. Si volviera a abrir la confitería de la calle de La Palma y pidiera una ocena de durse no me importaría que los pitisús tuvieran forma de cuplé de la chirigota del Love, casa fundada en 1984.