Aquellos bombos antiguos
Esta ciudad ha perdido la sensibilidad. Hemos sido despojados (atentos al juego de palabras con el Cristo del Caracol) del don de la elegancia, de ese don que guardaban en sendos baúles de plata las tiendas de Isi y la de Vicente del Moral. Todavía no he visto a nadie rasgarse las vestiduras porque los bombos de Supersol ya no se ven en el Falla. Hace unos años, cuando todavía la Junta de Andalucía no había hecho el ridículo con lo del edificio de La Paduana (atentos otra vez al juego de palabras con la manta), todo comparsista que se precie habría escrito un bello y escarpiante pasodoble quejándose de que se ha perdido otra cosa de la ciudad, los tradicionales (en Cádiz todo es tradicional) bombos de Hipercadi y es que ya este supermercado no es lo que era, yo creo que ya no tiene ni las croquetas de jamón de Pleamar, las mejores que jamás se probaron en el Universo y con unos tropezones como bloques del Campo del Sur. Los bombos del Hipercadi se han ido de la ciudad y no han recogido ni 3000 firmas en su favor para que Cultura hiciera un escrito diciendo que vuelvan porque sin ellos ya los pasodobles no se hacen con el mismo sentimiento, son fríos como los cubitos que se le echan a los tintos de verano para aguarlos.
Yo esperaba que Vicente Sánchez estuviera atento y pidiera un minuto de silencio al comienzo del concurso y se rezara un Bombo Nuestro y un Pollo María (ave, es muy fino para el Carnaval) en honor de ellos, pero nada y es que este hombre no se conmueve ni aunque le pelen la melena a los leones de Correos. Pero ¿y el Patronato? Tampoco ha reaccionado el Patronato. Ni un comunicado de condena hacia los supersoles, ni una petición a El Corte Inglés para que demuestre su gaditanismo, ni un canto al Covirán para cubra tan sensible hueco, nada de nada.
Cádiz ha sido despojado y nadie ha recogido firmas. Pero esto va a cambiar…el Lama, según descubría antesdeayer La Voz, ha llegado de nuevo a Cádiz…pero esta vez es del Tibet, no el de la bandurría. Lamadan, dindon, lamadan, dindindon.