Sí se puede

En el Teatro Falla no se puede fumar, comer, molestar, colgar pancartas, grabar vídeos o echar fotos. Reglas para convivir en este espacio que se me quedan cortas. Puestos a prohibir en el templo de la libertad, añadiría alguna norma más para recuperar la esencia, en peligro de extinción.

No se puede ser tan simplista. Resulta muy complicado disertar sobre una idea en pocos párrafos, rimados para colmo, pero hay que cuidar ese mensaje. Las alusiones de este año a la doctrina Parot, las condenas por adelantado, los insultos a excompañeros… No muestran clarividencia en los autores aspirantes a magistrados, sino más bien que no tienen ni pajolera idea y sólo buscan el aplauso fácil.

No se puede reírse uno antes de que cuenten el chiste o terminen el cuplé. Es lógico que el aficionado sea subjetivo y esa parcialidad cambie su predisposición, pero soltar una carcajada ante la incredulidad de los propios componentes deja en muy mal lugar su inteligencia. Y eso ha pasado.

No se puede aplaudir una copla con la que no se esté de acuerdo. El respeto se mantiene simplemente con no abuchear o boicotear. Pero respaldar una opinión y justo después otra contraria es sinónimo de incoherencia.

No se puede tratar al espectador como un lerdo aunque a veces lo parezca. Para referirse a alguien no es necesario sacar una fotografía de esa persona. Aparte de que el recurso, ya obligado, de hacer reír con algo más que una copla, es síntoma de falta de talento.

No se puede intentar levantar un repertorio a base de chascarrillos entre copla y copla, dejando así un mejor sabor de boca cuando el ?teatrillo? es lo único que ha hecho reír.

No se puede gritar ¡Campeones, campeones! a tus amigos por el mero hecho de influir en el jurado. Ni el jurado puede aceptar tal injerencia, ni tampoco la prensa aceptando la reacción del ?respetable? como vara de medir. Esto es de concurso bananero, de teatro de pueblo, sin ofender a los pueblos.

No se puede premiar la hipocresía en las coplas, ni levantar cuatro letras juntas por muy bien cantadas que estén. No se puede repetir, y repetir, y repetir una vez y otra lo mismo. No se puede porque a este Concurso ya no lo reconoce ni la ?mare? que lo parió. Venga, que sí se puede.