Público
Siempre se ha abanderado que el público del Falla es muy exigente. Pues pienso que no, aquí ya se aplaude todo. Se es muy exigente para algunas tonterías y muy poco exigente para las cosas que de verdad deberían importar. ¿Me explica a mí alguien cómo un espectador escucha una copla sin sentido, desafinada, mal sonante, peor escrita y la aplaude? Este año hemos escuchado alguna agrupación indecorosa, más de una diría yo. Se me vienen a la mente pasodobles que se han cantado en el teatro en relación a cualquier tema y se ha llevado una sonora ovación y la siguiente agrupación canta un nuevo pasodoble opinando justamente lo contrario y de nuevo la misma ovación.
A veces me paro a pensar y me pregunto ¿han escuchado la letra? o ¿aplauden por aplaudir? Pero centrándome en la falta de exigencia del espectador, pienso que esta cada día o cada año que pasa destaca por su ausencia. Y no se trata de pitarle a nadie ni de echarle el telón, aunque de eso opinaré en otra ocasión. En la mayoría de las ocasiones, el silencio debería de ser el mayor castigo. Tampoco comparto el cachondeo o el abucheo ante esa agrupación indigna. Pero sí que es cierto que las agrupaciones, autores y componentes deberían de saber que esto de venir a Cádiz o de venir al Falla por el simple hecho de cantar en el Teatro no debe de ser excusa suficiente para participar.
A los chavales que empiezan jugando al fútbol también les gustaría jugar en el Bernabéu o en el Nou Camp, y no pasan de la plazoleta de su barrio, pues igual es esto. Sería totalmente recomendable que familiares o amigos pudieran ir a los ensayos y escuchar sus repertorios y de buen amigo sería aconsejarles. Vamos, os puedo asegurar que si voy al ensayo de la chirigota de algún colega y me encontrara con algún esperpento como de los que este año hemos visto en el Falla, les sería sincero y les aconsejaría que salieran para cantar pero entre ellos, por su barrio, «pa echar el ratito». Punto y aparte es cuando la agrupación ya roza la mala educación, lo vulgar, lo incalificable y con la batalla que la sociedad mantiene antes ciertos temas. Sinceramente «yo esto NO me lo explico».
¡Salud, cadismo y Carnaval!