La mentira de los puntos

Hagamos un ejercicio de imaginación. Acaba de concluir su actuación una comparsa. Uno de los dos miembros del Jurado encargados de valorar el apartado musical, que es, además de aficionado al carnaval, profesor de guitarra en el conservatorio, se dirige hacia un ordenador. Ha estado muy atento a cada acorde, a cada progresión armónica, a la calidad tímbrica de las voces, a la técnica vocal y la afinación, a los arreglos, a la ejecución de los instrumentistas. 

Se ha formado un juicio bastante fundamentado sobre la agrupación y ya está dispuesto a emitir su puntuación. Tras introducir su clave, teclea unos dígitos para evaluar lo que con tanto cuidado ha estado analizando. Su valoración es impresa en un boleto por duplicado y luego entregada en sendos sobres cerrados al presidente del Jurado y a un notario para su custodia. 

Ya puede volver a su palco, en el no comparte asiento con ninguno de los otros miembros del Jurado. Estos van repitiendo de manera ordenada el mismo procedimiento. Primero, los encargados de valorar la calidad de los textos, una catedrática en Filología y un joven actor y guionista; después, la directora teatral que puntúa la interpretación y puesta en escena; por último, el diseñador que ha estado pendiente del vestuario, el maquillaje y la escenografía.

Una vez que hayan actuado todas las agrupaciones, el Presidente del Jurado abrirá todos los sobres y sumará todas las puntuaciones de acuerdo con los baremos establecidos, comprobando luego que coinciden con lo recogido en el sistema informático, y dará a conocer los resultados de la modalidad de comparsas del concurso de carnaval de Montevideo. 

Ahora, vayamos al antepalco del Jurado del Gran Teatro Falla después de una Gran Final cualquiera. Está teniendo lugar una acalorada discusión entre cinco personas que no logran ponerse de acuerdo sobre a qué comparsa dar el primer premio. Dos tienen claro que el uno es para Los Fulanitos porque han cantado mejor que nadie, otros dos argumentan que el primero debe ser para Los Menganitos porque ya llevan tres años sin ganar y el otro no entiende cómo no se lo pueden dar a Los Zutanitos con las letras que traen. Al final, el Presidente decanta la votación a favor de Los Menganitos, que es verdad que les iba tocando. Ya solo falta arreglar una puntuación coherente con la decisión y darla a conocer. “En la ciudad de Cadiz…”

CONSULTA LA SECCIÓN DE OPINIÓN DE LA VOZ DEL CARNAVAL