EFECTO CICLOGÉNESIS

Es frecuente en el gaditano pasar de un estado a otro en un corto espacio de tiempo, de lo positivo a lo negativo, del entusiasmo al descontento en 0,2 y curiosamente con todo lo que concierne y se mueve a nuestro alrededor, póngase como ejemplo el fútbol, el Carnaval, la Semana Santa o la admiración y animadversión que a veces se manifiesta sobre cualquier paisano que viva del arte.

Centrándonos en la fiesta que ahora nos ocupa, se puede apreciar cómo pasamos de 0 a 100 con más rapidez que estos vientos huracanados que nos visitaron recientemente. Y me explico. Nos pasamos un año entero deseando que se abran de nuevo las cortinas del Falla para que comience el Concurso que tanto nos hace disfrutar y del que agotamos en tiempo récord todas sus localidades, levantamos todo tipo de expectación ante las agrupaciones más esperadas, incluso, los más incondicionales, se declaran públicamente fans de tal y de cual, defendiendo lo suyo a capa y espada. Pero en cuanto esto empieza a rodar y con los primeros 30 minutos, que dura el estreno de una agrupación, sale a relucir el primer ‘veredicto popular’. Y ¡ojo! que aquí no hay término medio, o sales favorecido y subes como la espuma, ‘pelotasso’, o se empieza a divulgar un ‘pa’charlo’ (o últimamente muy de moda «bola del Oeste», al más puro estilo John Wayne), que hace que te hundas más que el Vaporcito. Dicho esto, entiendo que cada uno pueda opinar y valorar de una forma u otra, pero los comentarios despectivos y destructivos son tan rápidos como desacertados, pues casi sin tiempo a meditar un porqué, se ha tirado todo un trabajo de meses en apenas esos 30 minutos.

Con esto no quiero decir que no haya cosas que no merezcan un ‘babuchasso’, pero todo aquel aficionado a esto, debiera valorar que el que viene año tras año trabaja su idea para estar lo mejor posible, aún sin saber lo acertado o no de su obra. Moraleja, ya que hablamos de ciclogénesis, que no todo es «lluvia fuerte» o «sol radiante», también hay «chirimiri». Agur.