ECHADLE EL TELÓN A LA FASE PRELIMINAR
Hoy la ciencia adelanta que es una barbaridad. En la segunda década del siglo XXI, en plena era tecnológica, con satélites espías capaces de encontrar un cortapicha atrapado en una telaraña del sótano más lúgubre y sondas espaciales que surcan los confines del universo en busca de vida inteligente dentro y fuera del planeta tierra, cualquiera tiene la posibilidad de grabar de categoría un ensayo general –con tipo incluido– en una handycam, webcam, móvil de antepenúltima generación, smart phone, o vídeo comunitario y enviarlo a algún miembro, con perdón, del Jurado para que analice si esos prendas ofrecen una mínima calidad, sin necesidad de castigar los sentidos de los incautos paganinis que acuden al Teatro a iniciar un tedioso Concurso con la actuación de nueve agrupaciones, de las que resultan los portables un porcentaje que oscila entre una o ninguna. Porque lo de las preliminares es insufrible.
Tampoco es tan difícil. Basta con una mijita de autocensura y tener algún amigo, pariente o agregado al Facebook que te diga que para hacer el ridículo y el mamarracho ya están los plenos del Ayuntamiento… Que tienen entrada gratis.