AFICIÓN O FANATISMO

Perdonen que ni siquiera justifique mi presencia en este periódico, siento el desaire, pero no dejo de darle vueltas a la cabeza de todo lo acontecido el pasado miércoles en la cuarta sesión de preliminares de nuestro querido concurso de agrupaciones carnavalescas que tanta polémica está levantando.

Quizás desde la subjetividad que me caracteriza por tratar el tema del cuarteto, pero ¿por qué siempre al cuarteto?, ¿por qué siempre salen indemnes agrupaciones de muy baja calidad de otras modalidades? No sé pero ha sido es y será siempre así. Me pareció del todo deleznable y vergonzoso el comportamiento de un público que agazapado en el gallinero, cuan buitres esperando su banquete, se cebó ante la actuación del cuarteto de San Fernando, sin respetar todo un trabajo de varios meses. Y que no valgan estas líneas de justificación hacia un repertorio que no estaba a la altura . Pero se toparon con el fanatismo de unos cuantos que únicamente tienen ojos y oídos para la agrupación que actuaba justo después, y las ansias por ver a «su» comparsa y exaltar su delirio por su autor, sumado a la mediocridad del cuarteto, hicieron que el incivismo, la falta de respeto y la mofa hiriente típica de los francotiradores de una sola neurona del paraíso aparecieran en el teatro, no dejando actuar al trío prácticamente desde el minuto uno.

Ese comportamiento no tengo más remedio que denunciarlo, porque da una imagen distorsionada de nuestro carnaval. Si estos ¿aficionados o fanáticos? son de Cádiz siento vergüenza de mis paisanos, y si son de fuera, no sois bienvenidos. Al menos, por mi parte.