Siempre se van los mejores o por lo menos los guapos

 

Llovió y bastante ayer, lo que hizo que el público se pensara más que otros días el salir a fumarse el cigarrito. Lo que si hubo ayer fueron corrillos a las puertas del cuarto de baño. Las risas que generaron el cuarteto y la chirigota del Lobe lo provocaron. Y en esos corrillos de uno de los temas que más se hablaba era que Luis Rivero volvía a las tablas del Falla, por segunda vez en una semana, aunque esta vez con la comparsa. Muchos cambios en el grupo. Gustó, pero decían algunas de sus tradicionales seguidoras que se ha perdido la esencia, o más que la esencia, la presencia. «Con lo guapos que eran los de antes», decía una chica de no más de dieciséis años justo después de la actuación. Y es que en Carnaval, todos los factores son importantes.

Dos genios despistados

Otra estampa que se pudo ver anoche en los pasillos del Gran Teatro Falla fue la de dos antiguos rivales y ahora ¿amigos?, Antonio Martín y Antonio Martínez Ares. El veterano comparsista de la calle San Vicente estuvo ayer en el palco de Onda Cádiz comentando la actuación de su comparsa el día anterior y el desarrollo de la de anoche. Eso sí, se ve que los genios necesitan motivación para sentarse a escuchar, porque justo cuando conversaban animadamente en el pasillo cantaba sobre el escenario una joven comparsa.

Guardando los cuchillos

Se ha hablado mucho en los últimos días de la polémica entre los cuartetos que, a priori, aspiran a estar de nuevo en lo más alto de la modalidad. Pero ayer las críticas desaparecieron por obra y gracia de Emilio Castelar. Medio cuarteto de Morera estuvo entre bambalinas apoyando a Paco Chouza y Ángel Piulestán en su regreso al Concurso. Ángel Gago también los siguió con atención desde el palco de Punto Radio.

Tirón de orejas

Hubo bronca para los informadores que trabajan en el foso. Miguel Ángel Fuertes tuvo que advertirles de que hay que estar calladitos, que por los micros del escenario se cuela todo. A más de uno le vendrá bien el aviso.