El futuro de la fiesta
La verdadera importancia del «futuro de nuestra fiesta», son los valores que se promueven entre estos niños y niñas
Sin lugar a dudas, de los mayores aciertos del nuevo Patronato del Carnaval ha sido la colocación estratégica del Concurso de Infantiles y Juveniles como antesala de los adultos. Saciar el hambre de coplas de los aficionados más voraces ha conseguido acaparar la atención de aquellos que desconocían o subestimaban el talento de nuestros carnavaleros más precoces. Quizás movido por este foco de atención y por una buena campaña de concienciación y apoyo por parte de autores, aficionados, medios y la propia Concejalía de Fiestas, nuestros jóvenes talentos vuelven a estar en auge y con más salud que nunca. Mucha culpa de ello se la debemos al trabajo encomiable de esos autores, que han decidido hacer un esfuerzo por devolver nuestra cantera al lugar donde se merece. Hablar de Nene Cheza, Manolín Santander, Juan Pérez, Jesús Silva, Tomy Alemania o Sergio Guillén entre otros, no es moco de pavo. Si a estos le sumamos a otros y otras que quizás con menor fama, pero no menor talento, contribuyen con sus repertorios a la proliferación de esta tradición tan nuestra, estamos de enhorabuena. Pero lo realmente importante, va mucho más allá del hecho de tener a jóvenes instruidos en nuestras artes, de que alguno los deje de considerar «moralla» o de que la venta de entradas sea producente para el Ayuntamiento.
La verdadera importancia del «futuro de nuestra fiesta», son los valores que se promueven entre estos niños y niñas, tanto en sus repertorios, como en la educación que el día a día de sus ensayos les supone. Es perceptible que cada vez se tiene más tacto a la hora de elaborar un repertorio acorde a sus edades, rehuyendo de un lenguaje soez y chabacano. Del mismo modo, es notoria la intencionalidad por parte de los autores de transmitir mensajes didácticos, positivos de cara a nuestra sociedad, con valores como el respeto, la tolerancia, la inclusión, el feminismo o la lucha por el cuidado de nuestro medio ambiente.
Si bien entre los adultos no terminan de explotar las agrupaciones integradas por hombres y mujeres, en Infantiles y Juveniles estamos consiguiendo que sea algo de lo más recurrente y normalizado. Como en el resto de facetas de nuestras vidas, la lucha por una sociedad feminista continúa latente en nuestro día a día, y en Cádiz, señoras y señores, está siendo abanderada por los más pequeños del lugar, y como no podía ser de otra manera, acompasada por coplas de Carnaval.