Vera Luque: «La clave del Carnaval es la creatividad de los autores; a partir de ahí se debe construir el futuro»
«Esta fiesta marca el ritmo de la ciudad, que ahora se nota triste. No hay debate, las tiendas y los bares están cerrados; por eso, el próximo Carnaval debe ser espectacular y vitalista»
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Dos años seguidos siendo primer premio. Es el vigente campeón por incomparecencia debido a una pandemia. Le dicen esto a Vera Luque hace justo un año y se le empañan las gafas. Él, que estaba inmerso en pleno proceso de creación de su chirigota ‘tricuplera’, que se había encaramado a las olas con la tabla de ‘Los cadizfornia’, ahora se queda en casa de secano y repasando coplas antiguas y matando así el gusanillo.
Precisamente esto le sirve para reflexionar en su rincón de pensar. Una esquinita que aconseja a todos los actores de esta fiesta para aprovechar la marea y construir el horizonte. La materia prima es inmejorable y perfectamente detectable: queda saber qué hacer con tal patrimonio.
–Dos años seguidos siendo primer premio y con la mitad de esfuerzo.
–Pero este año no dan ni trofeo ni dinero ni ná jejejeje. No es un primer premio más, aunque llevemos el maillot amarillo. Preferiría un año menos de premio y con un Carnaval más. Eso es innegociable, como la lucha para Cervera.
-Tanto hablar de olas con ‘Los cadizfornia’ al final tenía razón.
-Sin querer fuimos premonitorios. Qué rabia que no tenga ese don con la quiniela o el Euromillón. Esto no se veía venir y demasiado que hace un año pudimos disfrutarlo. A lo justo. Fue un auténtico milagro, tanto que no se suspendiera como que no se produjeran contagios en esos días de calle. Ya estaba el virus y nosotros de cachondeo, por eso debemos incluso sentirnos dichosos.
-Era imposible celebrar el Carnaval este 2021.
-Absolutamente. Tal y como lo conocemos, sería una irresponsabilidad. Quizás hace 3-4 meses podíamos ser más optimistas, pero ahora que lo tenemos encima… quizás hay que aprovechar internet para mantener un poco la tradición de cantar cosas que han pasado, que eso no se puede perder. Pero no será igual.
–¿Tiene algo en mente para estos próximos días?
–En principio tengo dos o tres tonterías y en función de lo aburrido que esté y la motivación hago algo en la semana de Carnaval, pero no garantizo nada. Me sirve de autoterapia, para matar el gusanillo.
-¿Cómo se lleva la vida sin Carnaval?
-Pues deja una ciudad triste. Socialmente el Carnaval genera mucho debate, movimiento, venta de entradas, tertulias en los bares, charlas en la plaza, en las calles, en el mercado… todo eso estaba ahí. La crítica a la agrupación, el pregonero, tal ‘tablao’ que está muy feo. Marcaba el ritmo de Cádiz, que se sentía viva. Ahora tenemos archivos, eso sí, pero es triste salir y ver tiendas cerradas, bares chapados, la gente con mascarilla. Eso transmite mucha pesadumbre.
–Hace dos años hacía un paréntesis con su chirigota. Entendía que era necesario ese parón. ¿Cree que también le vendrá bien al Carnaval?
–Ha venido sin querer, pero se pueden sacar cosas importantes. Es el momento de irnos todos al rincón de pensar y formularnos esta pregunta: ¿Qué carnaval queremos? Está siendo una buena época gracias a los medios de comunicación para recuperar coplas antiguas, ver lo que hemos tenido aquí estos 30-40 años. Lo que parecía saturación ahora le damos un valor y comprendemos que aquí tenemos ‘algo muy gordo’, que hay que cuidar. Es como el pintor que termina el cuadro y da seis pasos hacia atrás y completa la obra con la suficiente perspectiva. Ese ha de ser el punto de partida.
Hay muchas preguntas. ¿Cómo queremos que esto siga? ¿Qué tratamiento queremos darle? ¿Cuáles son los vicios que hemos ido detectando y habría que taparlos? El Ayuntamiento debería escuchar a los autores con más peso, que no están en la composición de sus repertorios, y plantear un cambio a mejor. Se ha roto la rueda y puede ser provechoso.
–¿Y cuál cree que debe ser la clave para construir un mejor Carnaval?
–Lo que da calidad a esta fiesta es la creatividad. Los autores debemos hacer agrupaciones muy buenas. Ahora que revisas años anteriores ya no te acuerdas de la desorganización, de cómo se vendían las entradas, las peleas con el Patronato… sino de si hubo tal comparsa, chirigota, coro o cuarteto. Eso es lo importante, así que lo positivo es comerse el coco para hacer un buen trabajo por nuestra parte.
A nivel organizativo, el Ayuntamiento tiene que decidir qué es lo mejor para la fiesta. Cada cual tiene su interés y objetivos. No es el mismo para quien aspira a ganar que para el que quiere meterse en cuartos. Tampoco lo ve de la misma forma el autor puntero que el hostelero que llena el bar durante todo el mes, o las tiendas cercanas al Falla. Incluso el Consistorio prefiere más sesiones porque se asegura más dinero en taquilla. Todo eso habría que valorarlo y asumir todos qué es lo mejor para el Carnaval, no de manera individual.
–Para que luego se vaya cambiando cada año…
–El Concurso no puede ser inmovilista. Es algo vivo que puede ir modificándose. Pero sí tenemos que dejar una base sólida para todo lo que venga después, que no se moldeen las reglas al antojo de nadie.
-El debate de siempre. ¿Una fase previa fuera del Falla, o en el Teatro pero sin las ‘grandes’?
-Cada uno tendrá su opinión. Pero al político le toca decidir qué es lo mejor para la fiesta.
–Dejemos de ser tan trascendentales ¿qué recomienda para pasar el ‘mono’ de Carnaval?
–Estoy muy enganchado a los archivos antiguos. La labor es impresionante, es una maravilla ver esas agrupaciones antiguas en preliminares. Estoy redescubriendo este Carnaval desde una mirada diferente. Es una oportunidad única para ver de dónde venimos. Tenemos Carnaval para ‘jartarnos’.
–¿Qué es lo que más echa de menos del Carnaval en este año?
–El contacto con la gente. El grupo, los ensayos, ver a mis amigos de la chirigota y tomarme luego una tapita, debatiendo sobre cómo meter una cuarteta. La calle, la esquinita después de cantar. La fiesta en sí.
–¿Y lo que se ha quitado de en medio que era un incordio?
–Pues estaríamos ahora muy estresados y presionados. Pero es un agobio con particular. Sarna con gusto, pero sarna al fin y al cabo. Te comes el coco, te quita muchas horas… pues hasta eso se echa de menos.
-El comentario cansino de siempre ¿Hay crisis en la chirigota?
-El año pasado fue más de chirigotas, se ganó el torneo de modalidades jejeje. Creo que la dinámica de la chirigota es distinta: Si ves el palmarés de los últimos años, hay una gran cantidad de grupos distintos en las finales, al contrario que comparsas que son más escogidas. Por no decir coros y cuartetos, que suelen ser los mismos.
Esto es un tobogán y con ese descontrol parece que hay años mejores y peores porque los protagonistas van cambiando. Lo que no tiene es estabilidad porque todos los años van cambiando. Es cierto que hubo un momento de crisis en cuanto a números porque los chiquillos querían ser comparsistas. Cuestión de modas. Pero es la más sorprendente, la que tiene más movimiento. La risa es muy sincera y si el público se ríe es bueno y el jurado lo tiene que poner arriba a ese grupo.
–Ganó tres primeros premios con el cuarteto, seis con la chirigota ¿Le motiva intentarlo algún día con una comparsa o un coro?
-He colaborado ya sea de forma oficial (’Guais, plais, mais’) como de forma oficiosa. Hice comparsa hace muchos años, con amigos de Carmona, y apoyo con alguna colaboración si alguien lo necesita. Me llama la atención porque me gusta el Carnaval, pero estamos muy bien como estamos en la chirigota y sé que tendría que repartir el tiempo, lo que perjudicaría a todos. Si alguna vez la chirigota dijera de no salir o descansar, sí que tengo esa inquietud, pero ahora mismo no me lo planteo.
–¿Cómo espera el próximo Carnaval?
-Me gustaría que fuera pleno, como los anteriores, después de la ausencia de este 2021. No sé si tendremos restricciones, pero estaría bien que fuera con máscara y no con mascarilla, sin límites.
Y creo que por nuestra parte debe ser un Carnaval optimista, espectacular, positivista, porque el arte ha de ser ese contrapunto. Que saque una sonrisa, que sea agradable y vitalista. Así debe ser.