Un comparsista por el mundo

Han sido muchísimas las letras que este año las agrupaciones le han dedicado a ese drama al que tantos gaditanos se enfrentan por culpa de la falta de oportunidades. Dani Obregón es uno de esos que se ha tenido que buscar la vida fuera de casa. En su caso se da la circunstancia de que es una de las personalidades más reconocidas de la fiesta que desde hace semanas bulle en el Falla.

Su grupo, la comparsa de Jesús Bienvenido, no participa pero aún cuando en primera instancia se había inscrito, Obregón sabía ya que este año iba a estar ausente. Desde hace unas semanas es un inmigrante más. Su destino, de lo más exótico: Indonesia.

Explica que trabaja «para TR (Técnicas Reunidas), una importante empresa internacional de ingeniería y construcción. El proyecto en el que participo se llama TAN Burrup, y consiste en la fabricación modular de una planta de Nitrato Amónico Técnico para Australia Occidental, aunque la construcción se hace en Batam (Indonesia), que es una isla ubicada al sur de Singapur». Dani trabaja como técnico supervisor de fabricación y montaje, «y no soy el único gaditano, por suerte estoy muy bien arropado aquí, con gente joven pero experimentada (muchos españoles) y que se ha preocupado desde el primer día en hacer un buen grupo humano». Además, cuenta con la ventaja de haberse ido a Asia junto a su pareja. Todo es más llevadero.

Obregón comenta que «aquí me acuerdo mucho del eslogan de ?Cádiz, la ciudad que sonríe?, porque los indonesios lucen todo el día una sonrisa de oreja a oreja, y son muy amables con nosotros. Nos llaman ?bulé? (blancos), y a menudo nos paran por la calle para hacerse fotos? ¡Cómo si fuéramos comparsistas!», bromea.

Aunque se supone que estas fechas serán duras para él, confiesa que «la verdad es que tenía tantas ganas de emprender esta aventura que puedo decir que por el momento lo único que echo de menos es mi familia. Por suerte las tecnologías acortan muchísimo la distancia con los amigos, y puedo saber también cómo están los míos».

El Concurso, en la distancia

Son precisamente esas tecnologías las que le permiten no desconectarse de lo que está pasando en el Concurso del Falla. «Como puedes imaginar, debido a la diferencia horaria y al trabajo, no he podido ver mucho del Concurso, aunque sí he escuchado algunos audios, a la antigua usanza casi», cuenta. Y sobre lo que ha podido seguir dice que «me ha dado bastante pena ver como se desaprovechaban algunos repertorios en criticar a otros grupos. No me parece válida la excusa de que la puntuación de preselección no vale de cara a una final, hay temas importantes o simplemente otros más bonitos que se quedan ahí debido a que un autor (y el grupo) decide ganarse un aplauso argumentando ?yo te quiero más que esos?. Pienso que muchos deberían hacer examen de conciencia y valorar si ellos en su situación no harían lo mismo, porque en este caso no sólo usa otro camino quien quiere, sino también quien puede. Además, tal y como están los tiempos, la gente debería de valorar más que esas personas están buscándose la vida de la mejor manera posible. No me parece justo que se les llame ?traidores? o cosas por el estilo. Como expatriado siento que hay temas mucho más importantes. Escribir ?Carnaval sobre Carnaval? está bien, pero en la dosis adecuada, si no se acaba convirtiendo en un Carnaval endogámico y cateto. Al margen de esto, también me han gustado muchas cosas de las que he escuchado, y me ha alegrado mucho ver la progresión de ?OBDC? en comparsas, con un estilo muy personal y unas letras con mucho contenido y bien construidas, o el acierto del Vera con su chirigota, en tema y en repertorio».

Un grupo que descansa

Respecto la decisión de su comparsa, la de Bienvenido, de no participar en la presente edición del Concurso, Dani dice que «permanezco en contacto con ellos, aunque casi en diferido, y les animo a que hagan algo aunque sea de última hora para echar unos cantecitos, y que me lo manden grabado para tener algo más mío para cantar en casa. A ver si me hacen caso. Evidentemente echo de menos cantar algo nuevo de Jesús, y las voces de los míos, que son los mejores. He escuchado a Carlitos Mera en otra comparsa y me ha sonado familiar y extraño a la vez? Pero qué bonito».

No es ajeno a ese chovinismo gaditano que hace que muchos se nieguen a salir de la ciudad por cuestiones como su afición al Carnaval. «Sólo puedo decirles que respeto su postura. Cada uno sabe lo que le llena en la vida, el Carnaval es una parte muy importante de la mía, y me ha dado muchísimo, pero también le he invertido mucho tiempo, y la verdad, tengo muchas inquietudes personales y laborales que pasan por estar fuera. Era un paso que tarde o temprano necesitaba dar, y creo que ha llegado en buen momento. Tengo la sensación de estar en el lugar correcto, ahora solo espero que las cosas salgan bien a nivel laboral y personal y que esta experiencia sea tan enriquecedora como hasta ahora».

Bromea con la posibilidad de traer al Falla la primera agrupación indonesia. «¡Ya hemos hecho una chirigota Batamera! Con motivo del cumpleaños de Rocío, otra gaditana que está trabajando en la isla, le hicimos un cuplé con su correspondiente estribillo, disfrazados con los Batik, que son las camisas autóctonas que se ponen los indonesios todos los viernes. Curiosamente en ese cumpleaños empezó a sonar un disco de David Palomar, y no pude evitar escribirle. Escucharlo a él o a Javier Ruibal fuera de Cádiz es una experiencia maravillosa. De pronto, te llena de orgullo disfrutar del talento de tan grandes artistas de tu tierra».