Un chaparrón en la India refresca a borrachos y padres divorciados

 

Segunda sesión de clasificatorias en el Falla con buen nivel en las tres modalidades y con una diferencia notable entre lo visto y lo oído en la primera parte y lo escuchado y, en algunos casos, sufrido en la segunda.

Abrió telón el coro de Luis Rivero, que sigue en su afán de revolucionar la modalidad con una vistosa puesta en escena y un concepto apartado del clasicismo que suele imperar en el mundo de la batea.

También en la primera parte, en la modalidad de comparsas, las dos actuantes confirmaron las expectativas previas. Por un lado, el esperado regreso de Juan Fernández con ‘Los bailarines’, que dejaron grandes dosis de calidad. Quiñones también brilló, aunque se quedó algo lejos de lo que se le puede exigir en un repertorio que debe ir a más.

La extraordinaria sorpresa llegó en chirigotas de la mano de los ‘padres divorciados’ de Mario Rodríguez.

El resto para olvidar, sobre todo la aportación de El Arahal.